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¿Qué prefieres: tener control sobre tu teléfono o control sobre tus días?

Usar el teléfono en todo momento es olvidarnos del presente, perder el control de nuestros días, y en algunos casos, vidas. ¿Te acuerdas de la ropa que usaste ayer?

Después de escuchar las palabras “si despiertas y lo primero que haces es agarrar el teléfono, ahí perdiste el control de tu día” de uno de mis mentores, me puse a reflexionar sobre el uso que le damos al teléfono y cómo esas palabras son tan ciertas y aplican para muchísimos de nosotros.

Nos olvidamos de vivir el presente, nos agobiamos desde temprano, despertamos y dormimos con todo lo que viven las demás personas, trabajo y esto, en consecuencia, puede perjudicarnos. Y no me refiero a que tener un teléfono inteligente sea un problema; al contrario, es una bendición contar con este aparato que nos resuelve los días, pero una cosa es resolver y otra dominar.

Derivado de esto me puse a ver cómo podría bajarle a mi dosis y al investigar me encontré un excelente artículo del cual les doy un pequeño resumen de lo que estoy aplicando para utilizar el teléfono con intención y no en todo momento.

No utilizaré el teléfono mientras manejo, o sea no es que lo use literalmente, pero lo aplicaré en los semáforos o tráfico. Es innecesario y peligroso, sobre todo en la Ciudad de México.

Tomaré mi distancia con el teléfono en casa, aunque esté viendo esas series que me aviento de vez en cuando o al leer un libro real o electrónico. Aquí se puede aplicar el dejar el móvil del otro lado de la casa o cuarto y la flojera de ir por él ganará.

Apagar las benditas notificaciones

Esto ya lo llevo haciendo desde hace más de un año con WhatsApp, Facebook e Instagram. Aún me falta Twitter y correos mientras no estoy en momento de chamba. Vale la pena definir en qué momento apagar las notificaciones y dedicarte a lo que te ocupa en el presente.

Definir mis tiempos improductivos

No solo se trata de utilizar el teléfono para ser productivo. También se vale ser improductivo y usarlo para estar en redes, páginas, videos y más. La idea es ponerte tiempos y no clavarte de más.

Evitar usar el teléfono mientras haces filas

Es algo que no se me había ocurrido aplicar, pues no tiene nada de malo. De hecho, es algo que se me hace productivo pues contesto correos rápidos, preparo mis pendientes y participo en los chats de grupo. Pero sí es un buen antídoto que ayuda a estar más despierto y evitar estar checando tanto el cel. Con esto puedes estar en control de tu atención.

Al revisar mis redes sociales, correos electrónicos y otras aplicaciones de noticias, evitó hacer ciclos. Es decir, revisar todos estos una vez y no vuelvo a hacerlo al terminar el ciclo durante una misma sesión.

La idea no es dejarlo de usar; es dejar de ser tan dependiente de él y de esta forma perdernos de muchas más cosas que requieren de nosotros en el día. Es simplemente bajarle a la dependencia sin llegar a una exageración: utilizarlo productivamente.