
Una tonelada de CO2 representa un vuelo entre Nueva York y una ciudad europea o un viaje de 4 mil kilómetros en auto
De acuerdo con un estudio publicado por la revista Science, el calentamiento que se crea por cada tonelada de dióxido de carbono (CO2) emitida a la atmósfera, provoca la disolución de 3 metros cuadrados de hielo en el océano Ártico.
Dirk Notz, climatólogo del Instituto Max Planck de Meteorología en Hamburgo y uno de los dos coautores de la investigación, señaló que una tonelada de CO2 representa un vuelo entre Nueva York y una ciudad europea o un viaje de 4 mil kilómetros en auto.
“Con frecuencia el cambio climático es visto como una noción abstracta y nuestro estudio permite cambiar esta percepción”, agregó Julienne Stroeve, investigadora del Centro Nacional de Datos de Hielos y Nieve (NSIDC) en Colorado.
Durante 2016, la extensión de los hielos árticos registró su mínimo anual con 4.14 millones de kilómetros cuadrados, segunda cifra menor desde el inicio de las observaciones satelitales del NSIDC en 1979.

En los últimos 40 años, la superficie de hielo en el océano Ártico se redujo a la mitad en verano, por lo que de no reducir las emisiones de CO2, desaparezca totalmente en la estación estival a mediados de este siglo.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que existe una correlación entre las emisiones de dióxido de carbono y los cambios de la superficie del casquete ártico durante el verano.
El estudio determinó que limitar a 2 grados centígrados el alza de la temperatura global no es suficiente para permitir que el hielo ártico subsista en verano, por lo que se debería limitar el incremento de la temperatura a 1.5 grados centígrados, como se propuso en 2015 en el acuerdo sobre el clima en la COP21 en París.
Este informe pretende sensibilizar sobre la responsabilidad individual en el cambio climático, así como corregir los modelos climáticos actuales, los cuales subestiman el deshielo en el planeta.
Con información de EFE