
La familia se mudó de su hogar tras vivir un sismo en 2009 que tomó la vida de 308 personas, pero la tragedia los siguió a su nueva casa
Martina Turco decidió mudarse de ciudad tras vivir una terrible experiencia hace 7 años cuando tuvo lugar el sismo de L’Aquila. En aquél sismo se perdieron las vidas de 308 habitantes de la localidad.

Para escapar a la traumática experiencia, Martina Turco y su familia decidieron desplazarse a Arquata del Tronto, pero la tragedia los siguió hasta su nuevo hogar.
En el sismo de la madrugada que sacudió a Italia, la familia perdió a su bebé de 18 meses, que es una de las 159 víctimas del terremoto hasta el momento. Arquata de Tronto fue uno de los pueblos más golpeados por el sismo.

Martina y su esposo Massimiliano Piermarini fueron internados en un hospital de la zona, tras haber quedado sepultados por horas debajo de los escombros.
Massimo Piermarini, el padre de Massimiliano, se trasladó a la localidad después de enterarse de los sucedido.
“El personal que se encontraba en el lugar no me quería dejar entrar porque la situación de la vivienda era peligrosa. A mí no me importaba nada y les repetía que ‘debía encontrarlos de cualquier manera'”, contó el hombre, tras precisar que el padre y la madre fueron extraídos del lugar con vida pero “para la niña no se logró hacer nada”.
Con información de Clarín