
En total, la pandemia ha provocado el deceso de 12 mil 822 personas en el estado de Nueva York, el más golpeado en todo Estados Unidos
Otras 630 personas murieron por COVID-19 en la última jornada en el estado de Nueva York, ligeramente por encima de la cifra del día anterior, mientras que las hospitalizaciones y otros indicadores como el número de intubaciones continúan bajando, según los últimos datos hechos públicos este viernes.
El gobernador estatal, Andrew Cuomo, destacó en una conferencia de prensa que, pese a ese progreso, alrededor de 2 mil neoyorquinos siguen ingresando cada día en hospitales por el coronavirus, una cifra “aún muy alta”.
La media de hospitalizaciones durante tres días, uno de los indicadores en los que más se fijan los expertos, continuó bajando este viernes, de forma aún más clara que en jornadas anteriores.
Desde el lunes, el número total de pacientes ingresados en el estado se ha reducido en más de mil 500 y se sitúa ahora en algo más de 17 mil 300.
Mientras, el número de muertos registró un ligero repunte con respecto al día anterior, cuando había caído a 606, la más baja desde el pasado 6 de abril.
En total, la pandemia ha provocado el deceso de 12 mil 822 personas en el estado de Nueva York, el más golpeado en todo Estados Unidos.
Cuomo, en su rueda de prensa diaria, explicó que se está trabajando en la vuelta progresiva a la normalidad, pero insistió en que Nueva York tiene que hacerlo de una forma extremadamente cuidadosa y tiene un margen de maniobra muy limitado para evitar un resurgir de la enfermedad.
“No se puede mantener la economía cerrada para siempre, así que nos moveremos a otra fase, que es la fase de reapertura”, explicó el político demócrata, que el jueves prorrogó al menos hasta el 15 de mayo las restricciones para contener la pandemia.
Con información de EFE