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Treinta por ciento de los mexicanos tiene mala calidad de sueño
Foto de Internet

En México, hasta 30 por ciento de la población presenta síntomas de mala calidad de sueño y cinco de cada 100 pacientes adultos registran trastornos respiratorios al dormir. Esto incluye el ronquido y las pausas en la respiración (apneas), explicó Ulises Jiménez Correa, director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM. 

Las afecciones pueden ser consecuencia de alguna enfermedad del dormir y suelen provocar una disminución en la calidad de vida, pues se tendrán dificultades para desenvolverse en sus actividades diarias y al interactuar con los demás, además de ser proclive a la irritabilidad y con problemas cognitivos, es decir, de memoria, atención y concentración. 

El integrante de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño especificó que se conocen estos datos debido a que, de 20 años a la fecha, se ha avanzado en el rubro. “Hemos pasado de la época de los mitos a otra donde ya existen centros especializados para tratar este tipo de alteraciones”. 

La clínica es una de las unidades mixtas de Servicio, Investigación y Docencia de la Facultad de Medicina (FM) que, desde su fundación, ha sobresalido porque brinda atención, genera conocimientos y forma recursos humanos. 

Antes había laboratorios que realizaban indagaciones, pero su labor clínica era incipiente. Hoy, la gente llega a consulta con dos meses de mal sueño; antes referían que tenían más de 12 en esta condición.

Esto significa que nuestra labor de 17 años ha conseguido que las personas sepan que se les puede ayudar, indicó. 

Además, “hay alrededor de 100 enfermedades relacionadas, porque a veces la gente piensa que solo existe el ronquido y la proclividad a mantenerse en vela. 

Atendemos desde neonatos hasta adultos mayores, porque las alteraciones se pueden presentar en cualquier momento”, subrayó.

Los motivos de consulta más frecuentes son insomnio y males respiratorios al dormir, así como sus variantes, mencionó el miembro de la Asociación Americana de Medicina del Sueño. 

En términos de investigación, tenemos diferentes líneas: una consiste en interactuar con diferentes servicios del Hospital General de México. 

Además, colaboramos con las clínicas del Dolor —para estudiar las alteraciones referidas en los pacientes con malestares crónicos— y de Obesidad, pues analizamos qué pasa con los hábitos de personas con sobrepeso mórbido.

En cuanto a líneas propias, una vertiente es el desarrollo de cuestionarios y escalas sometidas a procesos estadísticos para detectar a pacientes en riesgo. 

También buscan conocer las alteraciones de individuos con enfermedades metabólicas (hipertensión, hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia o diabetes), pues muchos presentan trastornos como ronquido y apnea.

Nos interesa determinar el costo de padecer insomnio porque no se trata nada más de la consulta, sino de los medicamentos, los estudios, la alimentación y el transporte, pues mucha gente viene del interior de la República. 

La clínica es un centro de formación de recursos humanos (acepta a estudiantes de servicio social de carreras como Medicina, Psicología y Biología que buscan llevar a cabo sus proyectos de tesis) y también es sede del curso de posgrado de alta especialidad Medicina Integral del Sueño. 

Jiménez Correa informó que en esta nueva etapa se instrumentarán servicios como mapeo cerebral y neumología. También iniciará un programa de seguimiento para pacientes con trastornos respiratorios del sueño a fin de mejorar su apego al tratamiento. 

Desde el punto de vista de la psicología, se aplicará un régimen cognitivo-conductual para el insomnio como una alternativa para evitar los efectos secundarios de los recursos farmacológicos. 

Con información de Quadratín.