Bernd Osterloh, miembro del Consejo de Supervisión de la VW, declaró que los responsables del fraude son “un pequeño grupo de empleados”.
La agencia Bloomberg tuvo acceso a la información que apunta a que personal de alto nivel directivo desde la sede de Volkswagen, en Wolfsburgo, Alemania, fue la encargada de autorizar la falsificación de la emisiones de los vehículos y no empleados de la automotriz en Estados Unidos.
Por su parte, Bernd Osterloh, miembro del Consejo de Supervisión de la VW, declaró que los responsables del fraude son “un pequeño grupo de empleados”.
Mientras tanto, la compañía ha suspendido temporalmente a un número indefinido de trabajadores hasta que la investigación deslinde responsabilidades.
El número de coches afectados llegó a 11 millones de unidades en todo el mundo, de los cuales, 2.8 millones están ubicados en Alemania, mientras que en Estados Unidos se contabilizan a 500 mil autos.
Con información de El País