Jack Warner y Chuck Blazer están acusados de corrupción, soborno, y evasión fiscal, y se cree que así operan muchos dirigentes de la FIFA
El escándalo de corrupción de la FIFA se centra en Joseph Blatter, del que se sabe casi todo, pero también en otros dirigentes locales. En este caso hablamos de Jack Warner y Chuck Blazer, hasta hace poco miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, fabulosamente ricos y culpados de corrupción.
Warner y Blazer fueron dueños de la CONCACAF durante 21 años. Entre 1990 y 2011 Jack Warner fue presidente de la confederación y Blazer su secretario general. Sin embargo, hoy el FBI busca que el primero responda por las acusaciones de soborno y lavado de dinero, y el segundo es un soplón del gobierno estadounidense en este caso.
Jack Warner
De acuerdo a Andrew Jennings, uno de los escritores que más conoce sobre la corrupción que se vive en la FIFA, Jack Warner es “un ladrón de carrera” que se ha dedicado a robar “decenas de millones de dólares” con el amparo de Blatter, quien siempre lo supo.
El escritor dice que el presidente de FIFA “pagaría cualquier precio con tal de que Warner le proporcionara 35 votos presidenciales”, los correspondientes a los países de la CONCACAF.
Durante su administración, el hoy imputado tuvo dos principales fuentes de ingreso: el dinero que FIFA le enviaba para el desarrollo del futbol base y que él se agenciaba, y sobornos. Un ejemplo son los 3.5 millones de dólares que FIFA le envió en 1996 para la construcción de un “centro de excelencia” en Trinidad y Tobado, pero que él destinó a construir el centro y comprar un hotel.
También se sabe que pidió a Inglaterra 2.5 millones de libras para la construcción de “un centro de educación” a cambio de su voto para ser la sede del Mundial 2018.
Chuck Blazer
Por su parte, Chuck Blazer, según Jennings, desvió unos 20 millones de dólares a sus cuentas bancarias en Bahamas e Islas Caimán, se compró dos departamentos de lujo en Manhattan, y nunca pagó impuestos por nada de esto.
Fue así como la justicia estadounidense dio con él en 2011, Blazer confesó y comenzó a ayudar al FBI en la investigación en contra de la cúpula directiva de la FIFA.
Ahora se cree que el modus operandi de Jack Warner y Chuck Blazer no es la excepción, sino la regla en la FIFA, por lo que las investigaciones en contra de sus dirigentes van a continuar.
Con información de El País.