Los militares buscan que el papa ayude a repatriar la imagen de una virgen a Argentina, y que sea él mismo quien la lleve
Miles de argentinos sueñan desde hace varios años con que Jorge Mario Bergoglio regrese al país que lo vio nacer, ahora como líder de la Iglesia Católica. La respuesta a este deseo podría encontrarse en una imagen de Nuestra Señora de Luján y en un grupo de militares retirados.
La idea es sencilla, recuperar la escultura de la virgen, la cual se encuentra en una capilla militar en Londres desde la Guerra de las Malvinas, pero que sea el propio papa Francisco quien la devuelva al país.
“Santidad, venga a la Argentina con esta Virgen, venga de la mano de los veteranos de Malvinas en septiembre del 2020”, piden los promotores del proyecto, el cual emocionó hasta las lágrimas al sumo pontífice.
“Creemos que nuestra misión como hombres que padecieron el horror de la guerra es decir que no hay camino más que la paz. Si los hombres que combatieron en el mundo generan paz, sus líderes van a tener que escuchar. Todos buscan excusas políticas e históricas para llegar a la guerra, pero también la guerra es un negocio y creemos que nosotros tenemos una responsabilidad ante esta situación”, explicó Marcelo Sánchez, quien hizo el pedido directamente al papa.
Junto a Sánchez, otros nueve ex militares se encontraron con Francisco en el Aula Pablo VI, donde participaron en la audiencia pública del pasado 20 de febrero.
Previamente, el grupo acudió a París, donde se reunió con la Federación Mundial de Veteranos de Guerra y elaboraron un proyecto a favor de la paz, documento que entregaron al papa junto al proyecto y una placa con la frase “soldado argentino solo conocido por Dios”.
“Santo Padre, necesitamos que nos dé una mano para trabajar por la paz, tómenos como prenda de paz, aquí tiene el proyecto de repatriación, venga a la Argentina con esta Virgen, venga de la mano de los veteranos de Malvinas en septiembre del 2020”, exclamó Sánchez, tras ser reconocido por el papa, con quien sostuvo un encuentro hace varios años.
El evento, de por sí emotivo, tuvo un añadido inesperado, cuando al papa y los ex soldados argentinos se les unió un militar retirado británico, del que fueron enemigos alguna vez.
“Lo más emocionante que nos pasó fue cruzarnos con un excombatiente británico, que se acercó donde estábamos nosotros para felicitarnos por lo que había pasado, nos abrazamos y nos dimos cuenta que en realidad en su momento éramos enemigos y ahora ya no, buscamos por intermedio de la paz llegar a la cordialidad entre dos bandos que estuvieron enfrentados. Se acercó con miedo, porque pensó que podíamos tener una reacción mala. Lo abrazamos, nos sacamos fotos con él y la mujer nos agradeció, estaba emocionada que hayamos aceptado porque él quería saludar a los ex combatientes argentinos”, recalcó Sánchez.
Sobre la figura mariana, el veterano Alfredo Páez Quiroga comentó que esta peregrinó por las Malvinas en 1982, tras lo cual se desconoció su destino hasta hace algún tiempo, cuando se descubrió en una capilla militar inglesa.
El grupo de ex militares reconoció que si bien la repatriación no es sencilla, pues requiere de un acuerdo entre las cancillerías británica, argentina y la Santa Sede, es un sueño que regrese a su país y que sirva como un mensaje de paz.
“Es nuestro sueño que vuelva y que peregrine por todo el país. Queremos llevar ese mensaje de paz y quién mejor que el Papa para acompañarnos. Nosotros se lo dijimos y él se emocionó hasta las lágrimas, aunque no respondió”, comentaron.
Marcelo Sánchez concluyó explicando que “entendemos como veteranos de guerra que el Papa está siendo tironeado por dos sectores políticos; unos se enojan porque en una foto sale serio, los otros se enojaron antes por otras cuestiones. Tenemos que dejar que el papa sea papa, y no que sea de una fracción política, se llame como se llame. Él es, quizás, el argentino más importante que pase a la historia y lo estamos tironeando por cuestiones internas”.
Con información de Vatican Insider
Minuto a minuto
