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Aparecen tratamientos fraudulentos para curar el ébola
Foto de OMS

Los tiempos de crisis por el ébola y la falta de una cura efectiva científicamente comprobada da paso para que charlatanes se apoderen de la credulidad de la gente para promocionar sus “medicamientos milagrosos” o “tratamientos” con los cuales se pretende erradicar o prevenir la enfermedad.

El Gobierno de Estados Unidos ha detectado varios casos de terapias alternativas con las cuales se pretende curar el ébola. Los tratamientos varían entre inyectar ozono por el recto de una persona, frotarse con sal o plata, remedios ‘curalotodo’ que venden en la calle u otros casos similares.

Por lo pronto la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ya ha enviado notificaciones a tres empresas, solicitándoles el retiro de su falsa publicidad. Estas compañías son Young Living y DoTerra, las cuales asegura que el ébola muere aplicando un tratamiento con aceite; la tercera es Natural Solutions la cual asegura que el Nano Silver inhibe el virus.

De la misma manera, en uno de los continentes donde existen más curanderos que es África, creen que el ébola se puede curar mediante una imposición de manos. Sin embargo, se logró evitar la realización de la terapia evitando así el contagio masivo de la enfermedad.

Al igual en España existen terapias que afirman poder curar el ébola, aquí no es por medio de aceites o contacto físico, sino por unas plantas las cuales fueron descartadas para la cura de la enfermedad hace tiempo. Los creyentes de esta terapia han ido hasta la Organización Mundial de la Salud para enseñarles cómo curan el ébola con estas plantas, en especial el líder, Josep Pàmies, quien es acusado de sembrar mariguana, reitera que “el ébola se puede curar”.

Otra organización española que está segura de que se puede curar el ébola es Miracle Mineral Solution, quien propuso inyectar ozono a través del recto de las personas, para supuestamente acabar con el ébola y la malaria. Ante esto, la Agencia Española del Medicamento afirma que con el tratamiento se pone en riesgo la vida del paciente.

Con información de El País