Minuto a Minuto

Entretenimiento Las seis películas que marcaron la carrera de Brigitte Bardot
Brigitte Bardot tuvo una corta, pero intensa carrera en el cine que la convirtió en figura 'paradójica' de la cultura francesa
Entretenimiento Brigitte Bardot, el ícono de la cultura francesa
El deceso de Bardot, quien había sido hospitalizada en octubre pasado y llevaba un tiempo alejada de la vida público, ha conmocionado a Francia
Nacional Marina refuerza Operativo Paz Vela en Colima para brindar seguridad y apoyo
El Operativo Paz Vela de la Semar en Colima acumula la detención de más de 300 generadores de violencia
Ciencia y Tecnología Recuento 2025: las palabras del año en el mundo
En la mayoría de los casos son los cambios tecnológicos los que influyeron este 2025 en el lenguaje
Internacional Volcán Etna inicia nueva fase eruptiva con fuertes explosiones
El volcán Etna vuelve a ofrecer espectaculares explosiones de cenizas y humo, así como erupciones de lava

En su deslumbrante historia sobre las causas que detonaron la Primera Guerra Mundial, Margaret MacMillan escribe que a veces personas con grandes responsabilidades son un manojo de emociones con comportamientos erráticos.

Pensaba que podría ser el caso de Lilian Tintori, la bella mujer de 37 años que, súbitamente, heredó la formidable responsabilidad de ser una de las portavoces de la oposición venezolana al dictatorial régimen de Nicolás Maduro.

Estaba equivocado. La mujer con la que conversé ayer es mucho más que la esposa de Leopoldo López, el líder opositor encarcelado desde hace 10 meses. Lilian tiene personalidad propia, discurso, sensibilidad. Y la no siempre común serenidad de los protagonistas emergentes, a la que solo se accede con horas de trabajo, concentración y mucha disciplina.

Su historia, al menos en 2014, es sin duda la del dolor. Pero, como me ocurrió con la cubana Yoani Sánchez, no escuché en sus palabras el resentimiento ramplón tan común en el disidente latinoamericano. Lilian debe creer aquello de que la ética sirve también para abaratar los costos del sufrimiento.

Me dijo que triunfarán, pues las torpezas y rudezas de Maduro están consiguiendo el imposible de unir a antichavistas con chavistas desesperadas. Se despidió sonriente, amable, platicando de sus hijos de cuatro y un año. Y con la certeza de que ceder al miedo o el fatalismo no apaciguará lo que queda del régimen y sus gorilas.

¿Errática?, le pregunté a mis compañeros de programa. Coincidieron que no. Tiene más bien esa sabiduría añeja de que quien no progresa cada día retrocede cada día.