Si se retiró, para qué vuelve. Si no hay que hacerle sombra a la presidenta, por qué se la hace. Si ella conduce, por qué habla de golpes de Estado
En especial, López Obrador reapareció porque la salida del poder de Nicolás Maduro cancelará en la región el modelo de gobierno que a él le permitió construir el imperio económico, político y electoral, que lo convirtió adueñarse de México.
El populismo se agotó en el continente, y repercutirá aquí, durante la elección intermedia, aunque López Obrador controle el INE y la Corte: necesitará más dinero del que tiene, y mucha represión de libertades, para salvar ese escollo electoral de su imperio.
Y quizá López Obrador deba salir pronto a hacer campaña para capear el vendaval. Por eso apareció en su periódico La Jornada la lectura política acertada sobre su reaparición; mientras el resto concluía que sólo fue para apretar a Sheinbaum y hacerle sombra.
La lectura de La Jornada tiene que ver con la presión de EU al populismo en el continente:
“Hay quienes creen que la política del gran garrote está de regreso… ¡Pero si nunca se ha ido!”
El día que reapareció López Obrador, cayó el populismo en Honduras, donde él gastó dinerales para llevar y mantener en el poder al matrimonio Manny Zelaya- Xiomara Castro. Antes, había caído un aliado caribeño: San Vicente y Granadinas.
El imperio económico y político de López Obrador (que él llama Cuarta Transformación) se queda solo y acaparará la atención de EU, cuando acabe la crisis de Venezuela. Cuba es un país arruinado, al que EU aplica la doctrina de la fruta madura: caerá a su tiempo.
La muerte del populismo tipo 4T inició con la derrota en Argentina, y siguió al estilo fichas de dominó: República Dominicana, Panamá y El Salvador (2024), Ecuador, Bolivia y Honduras (2025). Chile no es castrochavista, pero también caerá este mes.
Tampoco es que la reaparición sea ajena al patio. En ese ese escenario, fue el mismo de siempre: un actor viejo que usa los mismos trucos: reapareció para hacer grilla, porque su grupo político se está despedazando en peleas internas.
La 4T es la imagen de un caballo con dos riendas, y no sabe a cuál jalón responder: Sheinbaum tiene la estructura institucional (la banda presidencial, la silla); López Obrador tiene la lealtad de los funcionarios y la estructura electoral (Morena).
“Ya me retiré de la actividad política, no hay que hacerle sombra a nuestra presidenta, ella es la que conduce y está haciendo muy bien. No hay que dividirnos, estar juntos y divididos”.
Si se retiró, para qué vuelve. Si no hay que hacerle sombra a la presidenta, por qué se la hace. Si ella conduce, por qué habla de golpes de Estado. Si ella lo está haciendo bien, entonces por qué opina de su gobierno.
Reapareció para avisar que sigue al mando.
