Países Bajos acogió una emotiva ceremonia para conmemorar el décimo aniversario de la pérdida de los pasajeros del MH17
Los familiares leyeron uno a uno el nombre, la edad y el vínculo que tienen con las 298 víctimas del derribo del MH17, y lo hicieron ante representantes de diferentes países, con la voz rota, entre lágrimas, y en una ceremonia llena de girasoles, la flor que creció en el lugar del accidente, en el este de Ucrania, tras la tragedia de aquel 17 de julio de 2014.
Bañada de banderas a media asta, Países Bajos acogió una ceremonia emotiva, llena de rostros de tristeza de los allegados que se han concentrado para conmemorar el décimo aniversario de la pérdida de los pasajeros del MH17. Ha sido una jornada soleada, en la que se guardaron dos minutos de silencio y se habló de un “dolor compartido” y “una búsqueda conjunta de la verdad y justicia”, en palabras del fiscal general australiano, Mark Dreyfus.
“Fueron diez años de ausencia, de cumpleaños melancólicos, navidades solitarias y diez años en los que sentimos que se había hecho un agujero en nuestra vida”, lamentó Ploeg, uno de los familiares
El vuelo fletado por Malaysia Airlines despegó del Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam con destino Kuala Lumpur a las 12:30 hora neerlandesa. Casi tres horas después, fue derribado sobre un campo agrícola cerca de Pervomaiski, este de Ucrania, y ninguno de sus 298 ocupantes (196 neerlandeses) sobrevivieron a la tragedia.
La conmemoración contó con unos mil 500 invitados, incluidos el rey Guillermo Alejandro de Países Bajos, y el exprimer ministro neerlandés Mark Rutte, quien dirigía el país en el momento de la tragedia y calificó el derribo del MH17 como “quizás el acontecimiento más profundo y emotivo de todo su mandato”.
La tragedia del MH17 “ha dejado profundas cicatrices” y “pasan los años, pero la enorme pérdida permanece”, admitió hoy el ministro neerlandés de Exteriores, Caspar Veldkamp.
“Países Bajos ha hecho todo lo posible para esclarecer los acontecimientos que condujeron a este desastre. A lo largo de los años nos hemos comprometido a buscar la verdad, la justicia y la rendición de cuentas, junto con otros países afectados, y seguiremos”, añadió Veldkamp.
Un juicio y tres condenados
Un Equipo Conjunto de Investigación (JIT), formado en 2014 por Australia, Bélgica, Malasia, Países Bajos y Ucrania, determinó que el MH17 fue derribado por un misil Buk de fabricación rusa disparado por separatistas prorrusos desde el este de Ucrania.
Fue la primera pista en una larga búsqueda de pesquisas, aún en curso, que llevó a identificar a tres involucrados en el derribo: los rusos Igor Girkin y Sergey Dubinsky, y el ucraniano Leonid Kharchenko. Ninguno dio la orden de disparar, pero eran parte de la cadena de mando de los rebeldes y habrían desempeñado un papel relevante en el transporte y vigilancia del lanzamisiles.
Un tribunal neerlandés sentenció a los tres a cadena perpetua por “asesinato” de 298 personas, pero ninguno ha sido detenido y se cree que se encuentran en Rusia, país que no extradita a sus nacionales por motivos constitucionales.
La corte también concluyó que Rusia “participó en los combates y tenía el control general” de la autoproclamada R.P. de Donetsk (RPD) en julio de 2014 y “los líderes de la RPD parecen estar en estrecho contacto con asesores del Kremlin y los servicios de inteligencia rusos”.
No obstante, la Corte cree que el derribo fue un “error” de los separatistas prorrusos y asumió que no tenían la intención de derribar un avión de pasajeros, y que lo confundieron con uno militar.
En febrero del año pasado, el JIT publicó nuevas conclusiones que señalan que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, autorizó personalmente la entrega de sistemas de defensa aérea a los separatistas ucranianos, incluido el Buk que derribó el vuelo MH17, pero su inmunidad impide demandarle.
“Han pasado 10 años desde que asesinos rusos derribaron el MH17 en los cielos de Ucrania. Todo el mundo fue testigo de quién vino a hacer la guerra contra Ucrania y que la maldad rusa es una amenaza no solo para nosotros sino para todos. (…) La responsabilidad de Rusia por esta atrocidad es inevitable. Todos los culpables de este y otros crímenes de guerra rusos recibirán indudablemente la sentencia que merecen”, aseguró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Durante las semanas posteriores a la tragedia, el Parlamento neerlandés criticó fuertemente a su gobierno por no responsabilizar públicamente a Rusia, a pesar de los indicios de su implicación, pero esta semana el canal público Nieuwsuur reveló que se trataba de una estrategia para evitar que Moscú obstaculizara la repatriación de los cuerpos y para lograr el apoyo ruso a una resolución de la ONU para abrir una investigación independiente.
Con información de EFE
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