Esto, sigue Abarca, “en aras de la justicia, por los afectados padres de los mugrosos pinches estudiantes, quede yo como actor intelectual solo unos meses y me saca del país”
Antes de empezar su investigación de Ayotzinapa, la PGR habría decidido encubrir los hechos, dejar fuera al ejército, culpar a otros. Esto se deriva de mensajes incluidos en el informe de la Covaj.
El 29 de septiembre, el alcalde José Luis Abarca escribe al capitán (Martínez) Crespo, del 27 Batallón, clave en el caso: “El pendejo de EPN mandó a su sirviente tomaz ceron a dar una ‘solución’ (…) que en dado caso pida licencia y desaparezca” (sic). Esto, sigue Abarca, “en aras de la justicia, por los afectados padres de los mugrosos pinches estudiantes, quede yo como actor intelectual solo unos meses y me saca del país” (Informe Covaj, p.71).
El capitán Crespo pregunta: “Y con nosotros qué, (el coronel) Rodríguez está muy inquieto dice que nos podemos ir todos entre las patas, y yo pienso lo mismo” (Covaj, p.72).
Crespo le escribe a Abarca que en la calle se rumora que “van a poner gente”, a entregar culpables. Abarca responde: “Es correcto lo que se olle, para salvarnos nosotros ai que poner, los que estamos arriba vamos a ayudar a que el gobierno de EPN se levante el cuello y vamos en el pastel” (sic).
Un jefe criminal, El Negro, que ha llegado a un arreglo de impunidad con el coronel, le dice la solución a otro jefe, El Tilo: “Que entreguemos a varia de la gente y nosotros nos quedamos librados de todo, el alcalde junto con el titular de la policía de México tienen la manera de arreglar todo, ellos van a acomodar todo con la marina, y los directores (…) para salvarnos nosotros tenemos que sacrificar varia gente y con ello quedarnos libres y quedarnos trabajando”. El Tilo replica: “y por qué no de la gente de ellos, todos cargamos el muerto”.
El Negro explica: “a ellos también les conviene que no se sepa por intereses políticos que no se vean involucrados el gobierno federal, los federales y el ejército” (Covaj, p.81).
Como se ve, la “verdad alterna” de la Covaj no pone el acento en los responsables locales, sino en el ejército y en el encubrimiento correspondiente del gobierno federal: según la Covaj, los criminales son también los encubridores.