Para el doctor Pablo Fernández de la UNAM hay dos clases de pensamiento en México, el de la “sumisión aspiracional” y de la “sumisión estratégica”
A pesar de que México logró su independencia de España la sociedad mantuvo el sojuzgamiento a los mestizos e indígenas y el clasismo se tradujo en racismo, opinó Pablo Fernández Christlieb, docente de la Facultad de Psicología de la UNAM.
El experto señala que las jerarquías se siguieron manteniendo a través de las clases sociales, que en la actualidad apelan al color de la piel.
Fernández Christlieb aseguró que el pensamiento forma parte de las situaciones de la vida diaria como la desigualdad.
¿Cómo le puede decir uno a un indígena, en el año 2021, que las condiciones han cambiado, que sonría, que pronto va a ser triunfador, de dónde puede uno sacar eso?”, cuestionó.
En este sentido, insistió, parece que la sociedad mexicana sigue dividida en dos:
Una es la parte criolla que muestra sumisión al primer mundo, a la tecnología, el emprendimiento. Puede describirse como una “sumisión ascendente o aspiracionista” que se guía por los deseos de triunfar y ser rico.
La otra parte es la “sumisión estratégica” que vive la población que está consciente que el triunfo económico no es para todos y busca vivir lo más contento que se pueda e interactúa con los demás.
Pablo Fernández Christlieb añadió que fue hasta la Revolución cuando hubo una transformación en el país al consolidarse instituciones y acuerdos, que el Ejército dejara de tener presencia en el poder, surgió la clase media y hubo desarrollo económico y un esfuerzo educativo importante.
En términos más activos, más cotidianos, no se puede plantear cómo se le mete a uno bajo la piel el ser mexicano, cómo lo tiene uno en el ADN. Lo que sí se puede plantear son las situaciones que van marcando cómo es el pensamiento y el actuar del mexicano”, apuntó.
Con información de López-Dóriga Digital