
Esto fue revelado en une stuido revelado en el medio Frontiers in Physiology, en el cual se detalló que no se toman en cuenta distintas variable stanto físicas como genéticas
Un informe publicado en Frontiers in Physiology detalló que solo el cinco por ciento de las apps médicas para teléfonos celulares, entre las que se encuentran las medidoras de pasos o del ciclo del sueño, están validadas formalmente.
Esto fue revelado por el estudio realizado por Jonathan Peake, profesor de la Facultad de Ciencias Biomédicas e Instituto de Salud e Innovación Biomédica de la Universidad Tecnológica de Queensland en Australia.
“A pesar del hecho de que vivimos en una era de ‘grandes datos’, sabemos sorprendentemente poco sobre la idoneidad o efectividad de estos dispositivos”, apuntó Peake.
Para dicho estudio se revisó la información de “la gente común que desea realizar un seguimiento de su salud física y psicológica”, así como por la utilizada por los atletas para mejorar su rendimiento. De esta forma, los apps se dividieron en aquellas que controlan el estado de hidratación y el metabolismo; dispositivos, prendas de vestir y aplicaciones móviles para controlar el estrés físico y psicológico; los que proporcionan retroalimentación biológica física; retroalimentación cognitiva y capacitación; aquellos usados para monitorear y promover el sueño, así como para evaluar la conmoción cerebral.
“Lo que es fundamental entender aquí es que si bien la mayoría de estas aplicaciones no están etiquetadas como ‘dispositivos médicos’ per se, su propia existencia, y mucho menos la comercialización que la acompaña, transmite la sensación de que pueden usarse para medir un estándar de salud. Hay problemas éticos con esta suposición que deben abordarse”, apuntó el especialista.

Y es que el diagnóstico dado por dichas aplicaciones con datos autocombinados podría ser inconsistente con el análisis clínico de un profesional médico. Lo que quiere decir que solo dan pautas generales y no toman en cuenta la predisposición genética o la constitución física del usuario.
“La tecnología actual es igualmente limitada (…), estamos particularmente preocupados por las tecnologías que buscan confirmar o correlacionar si alguien sufrió o se recuperó de una conmoción cerebral, ya sea por los deportes o el servicio militar”, externó Peake
“Tenemos que ser muy cuidadosos aquí porque hay mucha variabilidad. La tecnología podría ser bastante útil, pero no puede ni debe reemplazar la evaluación realizada por un profesional médico capacitado”, recalcó.
Con información de DPA