
Hay objetos dentro del hogar a los que no siempre les ponemos las medidas de higiene necesarias, pero pueden causarnos graves enfermedades
Existe una gran cantidad de objetos en el hogar que suelen acumular millones de bacterias y virus que pueden causar enfermedades.
Al estar fuera de casa, hacemos el intento de no interactuar con algunos objetos debido a la suciedad que creemos que tienen, pero al llegar a casa podemos relajarnos ya que todo está en orden. Nos encargamos de limpiar objetos como el inodoro; sin embargo, nos olvidamos de otros objetos que guardan millones de bacterias.
A pesar de que la esponja de la cocina es el elemento que más utilizamos para lavar, es el objeto que acumula más microbios en la casa, según un estudio de la organización NSF Internacional, encargada de las normas de salud y seguridad pública.
La infectóloga de la fundación Stamboulian nos recomienda que, para deshacernos de las bacterias, hay que sumergir 10 minutos la esponja en una solución de una cucharada de lavandina por litro de agua.

Otro de los objetos que tienen “una alta contaminación en el hogar”, según la doctora Barcelona NSF, son el picaporte e interruptor que tienen la misma cantidad de bacterias que el asiento del inodoro.

Mantener las superficies impecables es casi imposible. Es importante desinfectarlos continuamente, además de lavarse las manos constantemente.

La pileta de la cocina ocupa el tercer lugar ya que, como le cae agua y jabón constantemente, pensamos que no es necesario limpiarla. Sin embargo, es importante lavarla a menudo, sobre todo si estuvo en contacto con alimentos crudos.

En un estudio que realizó la Universidad de Virginia, se les preguntó a personas resfriadas sobre los objetos que habían tocado en sus casas, por lo que saleros y pimenteros entran en la “zona roja” de gérmenes, por lo que hay que pasarles un trapo al limpiar la mesa y lavarse las manos antes y después de comer.

El cepillo de dientes ocupa el quinto lugar debido al lugar donde lo guardamos. La Asociación Dental Americana propone sumergir en un enjuague bucal antibacterial. No taparlo ni cubrirlo en recipientes, reemplazarlo después de una gripe, lavarse las manos antes y después de utilizarlo y mantener el cepillo lo más alejado del inodoro.

También es importante desinfectar los juguetes. En cuanto a los juguetes blandos, se pueden meter en la lavadora con algún producto desinfectante; los juguetes duros pueden desinfectarse con una solución de 1 cucharadita de cloro por un litro de agua. La Fundación Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI) resalta que estos se deben enjuagar y secar muy bien debido a que los niños se los llevan a la boca.

Es importante tener la higiene necesaria para evitar enfermedades de carácter gastrointestinales, resfriados y problemas respiratorios. Hay zonas más “candentes” que otras, según la doctora Barcelona, por lo que hay que llevar a cabo una limpieza profunda para evitar dichas enfermedades.
Con información de La Nación