
La primera ola no es necesariamente la más peligrosa de un tsunami, pues pueden proseguir una serie de olas de mucha mayor altura y fuerza
Empecemos por lo básico definiendo qué es este fenómeno natural capaz de destruir ciudades enteras: un tsunami es una serie de enormes olas del mar generadas por un terremoto bajo el agua, que es lo más común, pero también se pueden provocar por deslizamientos de tierra o erupciones volcánicas, y aún más raro cuando un tsunami puede ser generado por el impacto de un meteorito gigante contra el mar.

Los tsunamis pueden viajar desapercibidos en la superficie, si el mar es muy profundo, a velocidades de hasta 800 kilómetros por hora, la velocidad promedio de un avión comercial, cruzando el océano en un día o menos.
Además, es posible calcular el tiempo de llegada de un tsunami basándose en la profundidad del agua donde se ha originado el tsunami, la distancia y cuándo se originó.
Una vez que un tsunami llega a aguas poco profundas cerca de la costa, frena su velocidad; la parte superior de la onda se mueve más rápido que la parte inferior, haciendo que el mar aumente su cantidad de agua de manera drástica. En algunos lugares, un tsunami puede hacer que el mar mida solo unos pocos centímetros o metros. En otros lugares, las olas provocadas por los tsunamis han alcanzado los 30 metros de altura.

Una vez que las olas gigantes impactan en la tierra, las inundaciones pueden extenderse en una distancia mayor a los 300 metros. La enorme energía de un tsunami puede levantar rocas gigantes, vehículos pesados y demoler casas. Aunque no todos los tsunamis llegan a tierra, muchos se quedan en el océano provocando una marea rápida.
Un terremoto previo en una zona costera siempre será un indicativo de que es muy probable que se genere un tsunami, pero hay otras señales de advertencia, pues testigos han asegurado que se reduce el nivel del agua momentos previos a la llegada de un tsunami. Los expertos creen que ver como retrocede el agua en el océano puede servir como señal de alarma para que la gente pueda evacuar el lugar.

La primera ola no es necesariamente la más peligrosa de un tsunami, pues pueden proseguir una serie de olas de mucha mayor altura y fuerza, pudiendo durar el peligro varias horas. El tiempo que transcurre entre una ola de tsunami y la siguiente puede ir desde 5 minutos a una hora.
El Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico (TWS), integrado por 26 países, monitoriza el estado sismológico y de las mareas en toda la región del Pacífico y evalúa la potencia del terremoto causante del tsunami y el estado de alarma.
Por David Beltrán