
En 1915, el estadounidense Maurice Levy creó el lápiz labial como hoy lo conocemos
Hoy celebra su cumpleaños 100 un accesorio de belleza básico de toda mujer: el lápiz labial.
Desde civilizaciones antiguas como los griegos, sumerios, fenicios, romanos y egipcios, las mujeres trituraban piedras preciosas, insectos y algunas plantas para teñir sus labios de un tono rojizo, pero fue hasta 1915 cuando este cosmético se revolucionó.
Maurice Levy inventó el lápiz labial como hoy lo conocemos. Se trataba de un tubo que contaba con un mecanismo que al presionar por la parte inferior empujaba la barra del pigmento para facilitar su aplicación.

Sin embargo, la práctica de pintarse los labios no fue bien recibida en todas las culturas. En el año de 1650, las mujeres que se pintaban los labios de color rojo eran consideradas brujas; y en el siglo XVIII en Inglaterra esta práctica quedó relegada únicamente para las prostitutas.
Declarado en 1936 por The New York Times como algo “tan esencial como la ropa” y “casi tan vital como el alimento”, la creación de Levy siguió su evolución.
Por mucho, el color favorito de las mujeres ha sido el rojo, asociado con la sensualidad, además brinda mucha luz al rostro.
En los años 50, Marylin Monroe dijo: “Monseiur Dior, cuando me quiero sentir arreglada sin esfuerzo, me pongo unas gafas negras y me pinto los labios rojos”.
Hoy en día el lápiz labial continúa evolucionando y sorprendiéndonos con diversas texturas y tonos. Utilizado como arma ideológica y medida económica, el labial sigue vendiendo cada año más de 900 millones de unidades en todo el mundo.
Con información de El País.
