Minuto a Minuto

Entretenimiento Pianista María Hanneman tendrá una intensa agenda artística este verano en México
La joven pianista María Hanneman Vera tendrá un intenso programa de verano en territorio mexicano, donde tendrá recitales en Bellas Artes
Internacional Al menos 3 muertos en Granada por el paso del huracán ‘Beryl’
El primer ministro de Granada informó la muerte de tres personas a consecuencia del paso del huracán 'Beryl'
Deportes Delegaciones olímpicas encargan 2 mil 500 aparatos para enfriar sus cuartos en París
Las delegaciones que irán a París 2024 utilizarán aparatos para enfriar sus cuartos en la Villa Olímpica, pese al sistema de refrigeración ya integrado
Nacional Frontera norte de México teme ola migratoria ante el plan de regularización de Biden
Aunque la medida anunciada por Biden no beneficia a muchos migrantes, tienen la esperanza de que surjan nuevas políticas para llegar a EE.UU.
Nacional CFE restableció suministro eléctrico a usuarios afectados por tormenta “Chris”
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) apuntó que la tormenta "Chris" afectó el suministro eléctrico de 60 mil 48 usuarios
Dormir poco nos vuelve menos generosos, revela estudio
Foto de Kinga Cichewicz en Unsplash

Dormir poco hace que las personas sean menos propensas a ayudar a los demás, incluso si la pérdida de sueño es colectiva, por ejemplo en un cambio de horario, caso en el que un grupo de científicos vieron que las donaciones benéficas caían un diez por ciento.

Un estudio de la Universidad de California en Berkeley, en los Estados Unidos, muestra que cuando hay una pérdida de sueño las personas retiran su decisión de ayudar a otros, un comportamiento que se asocia a una menor actividad en la red cognitiva prosocial del cerebro, publica Plos Biology.

El equipo encabezado por Eti Ben Simon y Matthe Walker examinó en tres experimentos cómo la pérdida de sueño afecta al comportamiento humano de prestar ayuda.

En el primer estudio, 24 voluntarios se sometieron a una resonancia después de ocho horas de sueño y de una noche sin dormir. En el segundo caso, las redes del cerebro que se activan cuando las personas empatizan con otras o intentan comprender sus deseos y necesidades estaban menos activas.

Esa red “estaba notablemente deteriorada”, como si esas partes del cerebro “no respondieran cuando intentamos interactuar con otras personas después de no haber dormido lo suficiente”, consideró Simon.

A continuación, el equipo siguió a más de cien personas durante tres o cuatro noches, para medir la calidad y cantidad del sueño y evaluar su deseo de ayudar a los demás, como sostener la puerta de un ascensor, ser voluntarios o ayudar a un extraño herido en la calle.

Los que durmieron mal la noche anterior fueron los que declararon estar menos dispuestos y deseosos de ayudar a los demás al día siguiente.

La tercera parte consistió en extraer una base de datos de tres millones de donaciones benéficas en Estados Unidos entre 2001 y 2016 y ver si variaba en número tras la transición al horario de verano y la posible pérdida de una hora de sueño para todos.

Las donaciones en la semana posterior al cambio de horario se redujeron en un 10 por ciento, una disminución que no se observaba en las zonas de Estados Unidos donde no se cambiaron los relojes o cuando se volvía a la hora estándar de invierno, que se puede dormir una hora más.

La investigación demuestra que la falta de sueño no solo perjudica el bienestar mental y físico de un persona, “sino que degrada el propio tejido de la sociedad humana. La forma en que funcionamos como especie social -y somos una especie social- parece depender profundamente de cuánto dormimos”, destacó Walker, profesor en psicología.

Incluso una “dosis” muy modesta de privación de sueño -en este caso, la pérdida de una sola relacionada con el horario de verano- tiene “un impacto muy medible y real en la generosidad de las personas y, por tanto, en cómo funcionamos como sociedad conectada”.

Con información EFE