
Un vuelo en el avión Boeing 787 Dreamliner Kestrel deja en ridículo los lujos de prácticamente cualquier asiento de primera clase
Los aficionados de los viajes en avión conocen lo que es volar en primera clase, en clase turista, o en business class, pero pocos saben lo que es hacerlo en la categoría que está por encima de todas estas.
Un vuelo en el Boeing 787 Dreamliner Kestrel deja en ridículo los lujos de prácticamente cualquier asiento de primera clase, ya que viajar en este avión modificado es como estar en un departamento de 220 metros.

La aeronave, modificada por Kestrel Aviation con el apoyo del estudio de diseño Pierrejean Design Studios y de Greenpoint Technologies, tiene capacidad para 39 personas, y su zona de pasajeros por sí sola es comparable a la primera clase de un avión convencional, pero esto es solo el comienzo.
El avión cuenta además con una zona de reuniones de gran tamaño, una lujosa suite de lujo equipada con una cama de dos metros y un amplio baño, así como con una sección separada destinada para los empleados.
En cuanto a aspectos más técnicos, este Dreamliner tiene una autonomía de 17 horas, y se puede obtener a cambio de la módica cantidad de 325 millones de dólares.
Con información de Business Insider






