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Los 122 países firmantes del paso gigante para frenar deforestación en el mundo
Imagen de archivo de un bosque. Foto de EFE/ EPA/ Jeffrey Groeneweg.

Como le hemos contado, más de 100 países de todo el mundo, pero no México entre ellos, acordaron poner fin a la deforestación en la próxima década.

Esta es la lista completa y actualizada de países, que suman, al momento, 122 signatarios, donde no ha figurado México.

  1. Albania
  2. Andorra
  3. Angola
  4. Argentina
  5. Armenia
  6. Australia
  7. Austria
  8. Belgium
  9. Belize
  10. Bhutan
  11. Bosnia and Herzegovina
  12. Botswana
  13. Brazil
  14. Brunei Darussalam
  15. Bulgaria
  16. Burkina Faso
  17. Cameroon
  18. Canada
  19. Central African Republic
  20. Chile
  21. China
  22. Colombia
  23. Costa Rica
  24. Côte d’Ivoire
  25. Croatia
  26. Cyprus
  27. Czech Republic
  28. Denmark
  29. Dominican Republic
  30. Democratic Republic of the Congo
  31. Ecuador
  32. Estonia
  33. Eswatini
  34. European Commission on behalf of the European Union
  35. Fiji
  36. Finland
  37. France
  38. Gabon
  39. Georgia
  40. Germany
  41. Ghana
  42. Greece
  43. Grenada
  44. Guatemala
  45. Guinea Bissau
  46. Guyana
  47. Honduras
  48. Hungary
  49. Iceland
  50. Indonesia
  51. Ireland
  52. Israel
  53. Italy
  54. Japan
  55. Kazakhstan
  56. Kenya
  57. Kyrgyzstan
  58. Latvia
  59. Lebanon
  60. Liberia
  61. Liechtenstein
  62. Lithuania
  63. Luxembourg
  64. Madagascar
  65. Malawi
  66. Mali
  67. Malta
  68. Mauritius
  69. Moldova
  70. Monaco
  71. Mongolia
  72. Montenegro
  73. Morocco
  74. Mozambique
  75. Nepal
  76. Netherlands
  77. New Zealand
  78. Niger
  79. Nigeria
  80. North Macedonia
  81. Norway
  82. Pakistan
  83. Panama
  84. Papua New Guinea
  85. Peru
  86. Philippines
  87. Poland
  88. Portugal
  89. Republic of the Congo
  90. Romania
  91. Russia
  92. Saint Lucia
  93. Saint Vincent and the Grenadines
  94. Samoa
  95. San Marino
  96. Sao Tome and Principe
  97. Senegal
  98. Seychelles
  99. Sierra Leone
  100. Slovakia
  101. Slovenia
  102. Somalia
  103. South Korea
  104. Spain
  105. Sri Lanka
  106. Suriname
  107. Sweden
  108. Switzerland
  109. Syria
  110. Tanzania
  111. Togo
  112. Tonga
  113. Turkey
  114. Ukraine
  115. United Arab Emirates
  116. United Kingdom
  117. United States of America
  118. Uruguay
  119. Vanuatu
  120. Vietnam
  121. Zambia
  122. Zimbabwe

El gran paso para frenar la deforestación

A falta de los acuerdos que se cerrarán a lo largo de los próximos días en la cumbre del clima que se celebra en Glasgow, la comunidad internacional ha dado hoy un paso gigante para poner coto a la creciente deforestación que amenaza al planeta y reduce la efectividad de los bosques como sumideros de carbono.

De hecho, los bosques albergan 60.000 especies diferentes de árboles, el 80 por ciento de las especies de anfibios, el 75 por ciento de las especies de aves y el 68 por ciento de las especies de mamíferos de la Tierra, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Pero las cifras revelan el tamaño de esta catástrofe: durante los últimos 13 años más de 43 millones de hectáreas de bosque han sido devastadas en esos ecosistemas, una superficie comparable con el estado estadounidense de California.

Hoy, en el marco de la cumbre del cambio climático de Glasgow (COP26) un centenar de países, que representan al 85 por ciento de los bosques del planeta, han sellado su compromiso para detener y revertir esa destrucción, con el horizonte puesto en 2030.

Al compromiso se han adherido países o regiones como Colombia, Indonesia, Noruega, Australia, Brasil, China, Costa Rica, la Unión Europea, Ecuador, Honduras, Guatemala, Perú, Rusia, Turquía, Uruguay, Estados Unidos y Reino Unido, que además han sumado a esa promesa una fuente clara de financiación para lograrlo.

Un reciente informe de la organización ecologista mundial WWF alerta de que la deforestación se está produciendo desde hace muchas décadas en la Amazonía, en África central, Mekong e Indonesia, pero señala también nuevos frentes en África occidental (Liberia, Costa de Marfil o Ghana), en África oriental (Madagascar) y en América Latina, en lugares como la Selva Maya de México y Guatemala.

Su trabajo identifica cuáles son las principales causas de esa pérdida de masa forestal y destaca entre otros la ganadería y la agricultura a gran escala de productos como la soja en América Latina; en África a causa de la agricultura de subsistencia; y en Asia debido a las plantaciones para pulpa de papel y palma.

En este punto cabe resaltar que gran parte de la soja que se produce en América Latina viaja con destino a China y a la Unión Europea, el segundo mercado más grande de este producto.

Además de las causas, el informe de WWF enfatiza en las posibles soluciones, para señalar que no hay un enfoque único ni un criterio universal, sino que las respuestas más efectivas son aquellas que combinan múltiples encuadres, y aboga por acciones urgentes por parte de gobiernos, empresas y reguladores.

Los datos del PNUMA advierten de que desde 1990 se han perdido unos 420 millones de hectáreas de bosque por conversión a otros usos de la tierra, aunque el dato esperanzador es que esa deforestación se ha frenado en los últimos treinta años.

Los mapas mundiales elaborados por la ONU dibujan aquellos lugares donde los bosques todavía albergan comunidades ricas en fauna y flora, como los Andes septentrionales o en partes de la cuenca del Congo, y los sitios donde este problema se acusa con más crudeza.

Millones de personas en todo el planeta dependen de los bosques para su seguridad alimentaria y subsistencia, y de hecho los cálculos de la ONU resuelven que las áreas boscosas proporcionan más de 86 millones de empleos verdes.

De las personas que viven en la pobreza extrema, más del 90 por ciento dependen de los bosques para obtener alimentos silvestres, leña o una parte importante de su sustento; esta cifra incluye a ocho millones de personas dependientes de los bosques sólo en América Latina.

Entre las herramientas más eficaces que se han puesto en marcha durante los últimos años para poner coto a este problema destaca el certificado FSC (Forest Stewardship Council), un sistema de certificación forestal sostenible promovido por numerosas empresas productoras de madera, organizaciones ambientalistas y de derechos humanos, con el objetivo de paliar la degradación de los bosques.

Este sello, junto con el Programa para la Comprobación de la Certificación (PEFC, por sus siglas en inglés) garantiza que el producto que se retira del bosque (papel, madera, corcho o resinas) se ha extraído de una forma respetuosa desde el punto de vista medioambiental, social y económico.

Con información de López-Dóriga Digital y EFE