
Reza Gul, una madre afgana, se ha convertido en una heroína tras tomar un arma y matar ella misma, con el apoyo de otros familiares, a 25 milicianos en la provincia de Fará, en el oeste de Afganistán, después de que talibanes mataran a uno de sus hijos. Según relató la mujer a la cadena … Continued
Reza Gul, una madre afgana, se ha convertido en una heroína tras tomar un arma y matar ella misma, con el apoyo de otros familiares, a 25 milicianos en la provincia de Fará, en el oeste de Afganistán, después de que talibanes mataran a uno de sus hijos.
Según relató la mujer a la cadena de televisión local Tolo News, los disparos que los talibanes realizaban contra el puesto de control en el que estaba su hijo policía, la despertaron.
Tras encontrar a su hijo muerto, sintió que no le quedaba otra opción que tomar ella misma un arma y disparar contra quienes habían matado a su vástago.
“Eran alrededor de las 5:00 horas cuando el puesto de control de mi hijo fue atacado por los talibanes”, explicó.
“Cuando el enfrentamiento se intensificó, no me pude contener y tomé un arma, fui al puesto de control y comencé a disparar contra ellos”, precisó. Unos minutos después, la madre se dio cuenta de que no estaba sola, sino que su marido, su hija, su hijo menor y su nuera, también estaban junto a ella empuñando armas y disparando contra los milicianos.
“El enfrentamiento se intensificó cuando llegamos al campo de batalla con armamento ligero y pesado”, explicó Seema, la nuera de Gul.

“Nos prometimos luchar hasta la última bala”, añadió.
El tiroteo duró varias horas y terminó con 25 insurgentes muertos y varios heridos.
“Empezamos una especie de guerra familiar contra los talibanes”, comentó por su parte Fatima, hija de Gul, explicando que ella se encargaba de preparar las balas para que su padre y su madre pudieran disparar.
El marido de Gul, Abdul Satar, aseguró que estaban dispuestos a sacrificar sus vidas pero no permitirían que los talibán se acercaran al puesto de control.
“Mi hijo, que era policía, fue asesinado delante de mis ojos. Dejé a un lado su cuerpo y comencé a luchar para defender mi suelo. Estaba comprometido a entregar mi vida, pero no el puesto de control de mi hijo”.

Sardar, el más joven de la familia, también participó en la batalla preparando las balas para su padre. “Los talibanes son extranjeros, son sirvientes de Pakistán, si atacan cien veces más, seguiré defendiendo mi país y derramaré su sangre para no permitirles entrar en mi localidad”, ha prometido.
El jefe de la Policía de Fará, general Abdul Razaq Yaqubi, ha celebrado la gesta de esta familia. “Estamos orgullosos de la valentía de esta familia y esta es una saga que será recordada durante mucho tiempo por la Policía y los residentes de la provincia de Fará”, subrayó.
Con información de Europa Press