
Este jueves, el Papa Francisco salió de Sri Lanka hacia Filipinas, el país con más población católica de Asia, donde multitudes eufóricas esperan la llegada del primer pontífice que visita el país en 20 años. El gobierno declaró feriados nacionales los días que dure su visita, que se extenderá hasta el lunes. Francisco estará en … Continued
Este jueves, el Papa Francisco salió de Sri Lanka hacia Filipinas, el país con más población católica de Asia, donde multitudes eufóricas esperan la llegada del primer pontífice que visita el país en 20 años.
El gobierno declaró feriados nacionales los días que dure su visita, que se extenderá hasta el lunes. Francisco estará en la bulliciosa capital del país, Manila, y el fin de semana volará a la provincia oriental de Leyte, donde planea reunirse con sobrevivientes del tifón Haiyan que en 2013 arrasó pueblos enteros.
Precy Asistio, de 60 años y que esperaba cerca de la Nunciatura Apostólica donde se alojará Francisco en Manila, dijo que sólo con que el pontífice la saludara con la mano le alegraría el día.
“Estamos esperando al papa Francisco para poder ser bendecidos”, dijo Asistio. “Una vez le veamos, nos iremos a casa, siempre que nos salude”.
En la base aérea Villamor de Manila, Alaiza Barrientos, una de las 164 jóvenes vestidas de blanco que recibirán al Papa con un baile, dijo que esperaba que el pontífice le ayudase a hacer realidad sus oraciones para la recuperación de su abuela, que padece un tumor en la médula espinal.
El cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila, dijo que esperaba que la aguardada visita de Francisco sea festiva e inspiradora espiritualmente y promueva la compasión en un momento en que el país sigue recuperándose de catástrofes letales recientes, incluyendo Haiyan.
“Es como una gran, gran, gran, gran fiesta nacional”, dijo un sonriente Tagle a la Associated Press en una entrevista en la víspera de la llegada del Papa. La visita, dijo, “llega en un punto en que la gente podría verse ayudada por un impulso moral y espiritual de alguien que de verdad se preocupa”.
Francisco, el primer latinoamericano que dirige una iglesia católica con mil 200 millones de fieles, se reunirá también con el presidente, Benigno Aquino III, que ha impulsado una campaña contra la pobreza — un tema cercano al Papa — pero ha chocado con los líderes católicos por la ley de reproducción que promueve la utilización de métodos anticonceptivos artificiales. El Congreso, dominado por partidarios de Aquino, aprobó la norma en 2012.
También hay previstas reuniones con familias Filipinas, líderes de la iglesia católica y jóvenes.
En su visita a Sri Lanka, Francisco viajó a las selvas del norte devastadas por los conflictos armados en una muestra de solidaridad con las víctimas de la guerra civil librada en el país durante 25 años, instando a la gente a perdonar a los otros “del mal que esta tierra ha conocido”.
“Es muy importante mantener nuestro país en paz y nuestra fortaleza religiosa crecerá tras esta visita”, dijo Sumith Periera, un ingenio que acudió a ver la marcha de Francisco.
La llegada del Papa supone importantes desafíos de seguridad para las autoridades filipinas, incluyendo una misa al aire libre que se celebrará el domingo en un histórico parque de Manila y que podría congregar a la cifra récord de 6 millones de fieles.
Se han desplegado unos 50 mil soldados y policías para proteger al papa en un país que cuenta con un número relativamente pequeño de insurgentes inspirados en al-Qaeda que siguen siendo una amenaza en el sur a pesar de más de una década de ofensivas militares respaldadas por Estados Unidos.
Los colonos españoles llevaron el cristianismo al archipiélago en el siglo XVI y hoy en día un poco más del 80 por ciento de los 100 millones de filipinos son católicos. El resto de cristianos suponen cerca del 12 por ciento y los musulmanes representan el 5.6 por ciento de la población, especialmente en el sur.
Con información de AP