
Soldados iraquíes que combaten al grupo extremista Estado Islámico recuperaron el control del centro de la ciudad de Beiji, que acoge la refinería de petróleo más grande del país, dijeron el martes la televisión estatal y un oficial militar. Recuperar Beiji, a 250 kilómetros al norte de Bagdad, podría dar a las fuerzas iraquíes una … Continued
Soldados iraquíes que combaten al grupo extremista Estado Islámico recuperaron el control del centro de la ciudad de Beiji, que acoge la refinería de petróleo más grande del país, dijeron el martes la televisión estatal y un oficial militar.
Recuperar Beiji, a 250 kilómetros al norte de Bagdad, podría dar a las fuerzas iraquíes una base para atacar la vecina Tikrit, tomada por los extremistas tras su rápido avance durante el verano boreal. También es un impulso moral para las maltrechas fuerzas de seguridad del país, que sufrieron la deserción de muchos de sus efectivos tras la ofensiva insurgente.
La televisión estatal citó al militar de mayor rango allí, el general Abdul Wahab al Sadi, diciendo que sus soldados recuperaron el martes las sedes del gobierno local y la policía en el centro de la ciudad. Emitieron lo que parecían ser imágenes de archivo de la localidad que mostraban a las tropas iraquíes disparando sus armas desde detrás de barreras de arena.
Al-Sadi intervino más tarde por teléfono, pero la línea pareció cortarse después de que dijera que sus efectivos estaban encontrando una firme resistencia.
Un alto cargo del ejército contactado por teléfono en Beiji confirmó la recuperación del centro de la ciudad, pero añadió que seguía habiendo intensos enfrentamientos en toda la ciudad. Dijo a The Associated Press que el 75 por ciento de la localidad estaba ahora en manos de las fuerzas gubernamentales. Habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con periodistas.
Funcionarios del gobierno en Bagdad no comentaron de inmediato las informaciones. Al Sadi dijo el sábado que sus fuerzas habían recuperado la mayor parte de la ciudad y que pronto derrotarían por completo a los combatientes de Estado Islámico.
No se dijo qué ocurría con la refinería, ubicada a las afueras de la ciudad y que ha estado sitiada por el grupo extremista desde junio. La pequeña unidad militar dentro de la refinería, cuyos efectivos fueron sustituidos y se abastecieron por aire durante meses, resistió con éxito a las continuas oleadas de ataques insurgentes.
El ejército y las fuerzas de seguridad iraquíes se han reagrupado parcialmente después de la debacle de la ofensiva de Estado Islámico. En las últimas semanas, han recuperado el control de una serie de pequeñas aldeas y localidades, pero la toma de Beiji podría tener importancia estratégica en la campaña contra los extremistas.
Recuperar Beiji es también un importante impulso para el gobierno del país, liderado por chiíes, y podría sentar las bases para una nueva ofensiva para expulsar a los milicianos de la vecina ciudad de Tikrit, localidad natal de Sadam Husein y la capital de la provincia de Salahudin.
La campaña para tomar Beiji sufrió un serio revés el viernes cuando un suicida en un camión envistió el convoy de un algo cargo de la policía iraquí, matando a ocho personas incluyendo al teniente general Faisal Malik al-Zamel. Al-Zamel y al-Sadi lideraron juntos la campaña de Beiji, llevada a cabo por un contingente de soldados y fuerzas de seguridad de una base militar cercana y trasladados por aire desde otras zonas en manos del gobierno.
Los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos ayudaron a las fuerzas iraquíes, milicias y combatientes peshmerga curdos en su lucha contra Estado Islámico. Cientos de asesores y entrenadores estadounidenses han estado trabajando también con los iraquíes
Con información de AP