
Una niña de dos años, que murió de cáncer en el cerebro, es la más joven en ser congelada en espera de que una cura para la enfermedad sea encontrada en el mundo. Los padres de Matheryn Noavaratpong, decidieron desconectarla a principios de este año, después de que cirugías le habían removido el 80 por … Continued
Una niña de dos años, que murió de cáncer en el cerebro, es la más joven en ser congelada en espera de que una cura para la enfermedad sea encontrada en el mundo.
Los padres de Matheryn Noavaratpong, decidieron desconectarla a principios de este año, después de que cirugías le habían removido el 80 por ciento del lado izquierdo de su cerebro, por un tumor que terminó invadiendo todo el órgano.
Todo inició con un tumor detectado en la cabeza de la menor, que medía cerca de 11 centímetros, por lo que los padres, también médicos, fueron al hospital de Bangkok para buscar ayuda, pero todo fue inútil.

Fue así como decidieron contratar a Alcor Life Extension Foundation, la cual se dedicaría a congelar el cerebro y el cuerpo de la menor, hasta que alguna cura para el cáncer pueda ser encontrada en este mundo.
La Fundación extrajo el cerebro de la menor y lo guardo en acero inoxidable, dentro de un contenedor con nitrógeno líquido, mientras que su cuerpo fue congelado.
Los restos de la niña se encuentran en el estado de Arizona en los Estados Unidos, en espera de que alguna cura para el cáncer, pueda llegar.
Con información de Mirror