José Torero, a quien le bastó una visita de 20 minutos para opinar que ni el cuerpo de una sola persona pudo ser quemado en el basurero de Cocula, necea en una desafortunada nota de la revista Science, luego de experimentar con cuatro cerdos para insistir en que los cadáveres de Los 43 no ardieron … Continued
José Torero, a quien le bastó una visita de 20 minutos para opinar que ni el cuerpo de una sola persona pudo ser quemado en el basurero de Cocula, necea en una desafortunada nota de la revista Science, luego de experimentar con cuatro cerdos para insistir en que los cadáveres de Los 43 no ardieron en ese lugar.
Pero las características de humanos y marranos son distintas (densidad de la piel y cantidad de grasa subcutánea para la combustión), y el sospechosista experto no recreó el modus operandi ni usó el combustible que los homicidas confesos y los peritajes confiables evidencian como el utilizado con los normalistas.
Ahora, como Torero fue desmentido por la mayoría del grupo de científicos del más alto nivel mundial convenido entre la PGR y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH (del que formó parte este científico a modo), y que concluyó (igual que los forenses argentinos) que al menos 17 cadáveres fueron quemados en el muladar, la Science tendrá que tragarse el sapo.
