Casi a diario el gobierno informa la llegada de equipamiento médico procedente de China para enfrentar la pandemia, con una vehemencia cerril, ya que lo único que demuestra es que empezaron un mes tarde a preparar al país
La coincidencia fue funesta: el gobierno anuncia haber “domado” al virus, y una secretaria de Estado da positivo, también un reportero de Palacio, la letalidad en México es más alta que en China y Estados Unidos, los médicos paran el tráfico por falta de equipo…
Peor, el gobierno no tiene coordinación para contener el virus: la Jefa de Gobierno de la CDMX toma decisiones de primer mundo al ordenar el uso obligatorio de cubrebocas, pero el vocero del gobierno para la pandemia dice que éstos no son eficaces.
Y comenzó la saturación de camas hospitalarias en el Valle de México, con más de seis mil casos confirmados, tanto que el gobernador del Estado de México alertó que los contagios están creciendo: “Tenemos que bajarlos para salvar vidas”.
Incluso, al anunciar que una secretaria de Estado se contagió, aclaran que “está en excelentes condiciones”: un ridículo, pues ningún enfermo de nada puede estar en “excelentes condiciones”. En el fondo, la 4T sigue siendo negacionista del COVID-19.
Casi a diario el gobierno informa la llegada de equipamiento médico procedente de China para enfrentar la pandemia, con una vehemencia cerril, ya que lo único que demuestra es que empezaron un mes tarde a preparar al país.
Además, la compra de productos chinos fue un desastre en Europa, porque debieron desecharlos o devolverlos por su poca fiabilidad. España, Turquía y República Checa tiraron miles de kits de diagnóstico y Holanda retiró miles de cubrebocas que no protegían.
Encima, los números oficiales hasta anoche eran alarmantes: mil 434 muertos, más 15 mil 529 casos confirmados, sin contar que crece la cifra de fallecidos por “neumonía atípica”, sin que se les haya practica en vida la prueba de COVID-19.
Sin embargo, ante un panorama tan adverso, el presidente se niega a aceptar que se trate de una “pesadilla”, como calificó la revista Proceso a la Fase Tres. Más aún, presumió que el mundo sabe que México tiene dominada a la pandemia.
¿Dominada? Pero si los comparativos muestran que México presenta mayor posibilidad de muerte por COVID-19 que en China y Estados Unidos, con 9.4 por ciento, que nos ubica como la décima tasa de letalidad más alta en el mundo, en una lista de 137 países.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud indican que la tasa de letalidad global es del 6.9 por ciento, y México supera también a Canadá y Brasil.
No: para nada está dominada la pandemia y, muchos mexicanos la situación, más que mejorar empeora, como el personal médico del hospital La Raza, que ayer bloquearon calles en protesta por la falta de equipo, debido a lo cual se han contagiado 46 de ellos.
Por supuesto que es una pesadilla.
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