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He leído con placer la columna de Héctor de Mauleón sobre la historia antigua y la reciente transfiguración de la avenida Hidalgo.

Avenida Hidalgo, la calle más antigua de México, la vieja calzada de Tlacopan, era una de las más abandonadas de la urbe, resumidero del mal gusto, el ambulantaje, las ruinas de sucesivas calamidades sísmicas y un enredo de transportes con sentidos encontrados que era como la perfecta encarnación del idiotismo vial mexicano.

La crónica de la caída urbana de la avenida Hidalgo, puesta en unos cuantos párrafos por de Mauleón (El Universal, 28/1/2020), tiene un final feliz: el cronista pudo caminar la semana pasada por esa avenida, sintiéndola una avenida realmente importante, a la altura de su historia.

Porque le han retirado los ambulantes, le han puesto nueva capeta asfáltica, banquetas caminables, luminarias, árboles y jardineras, espacio para bicicletas y un orden vial para coches y autobuses que cancela su caos previo.

He tenido en estos meses una experiencia parecida con la avenida Chapultepec, que he visto transformarse semana con semana, hasta cambiar de piel.

Era una avenida sucia, fracturada, inhóspita para el peatón y para el ciclista, asfixiante para el automóvil. Es hoy un espacio ordenado, con anchas banquetas, carriles claros para coches y bicicletas, amigables cruces peatonales y semáforos sincronizados.

El Twitter me ha traído la noticia de una remodelación igualmente notable en el Gran Canal de Ciudad de México, la conversión de un espacio oscuro, insalubre y delictuoso, en 50 mil metros cuadrados de andadores, parques, juegos y lugares de esparcimiento para familias.

Las imágenes del Gran Canal me llevaron finalmente al origen de todo: el programa Sembrando Parques del gobierno de la ciudad, cuya meta es recuperar 16 parques y avenidas, unas mil 200 hectáreas de espacio urbano degradado, en cuyo entorno viven o viajan 6 millones de capitalinos.

Se trata de un bien público tangible, en medio de tantos intangibles de los tiempos que corren.

Los ejecutores del programa avanzan rápido, tienen muchas partes de la ciudad patas arriba por las buenas razones, porque al final de la molestia, entregarán una ciudad mejor de la que había.