Miguel Ángel Osorio Chong comenzó a despedirse de la Secretaría de Gobernación hace cuatro semanas. Al tradicional brindis que los mandos superiores de esa dependencia tuvieron los primeros cinco años del sexenio en un salón del hotel Saint Regis, los convocados el pasado 20 de diciembre acudieron con la certeza de que su jefe había … Continued
Miguel Ángel Osorio Chong comenzó a despedirse de la Secretaría de Gobernación hace cuatro semanas. Al tradicional brindis que los mandos superiores de esa dependencia tuvieron los primeros cinco años del sexenio en un salón del hotel Saint Regis, los convocados el pasado 20 de diciembre acudieron con la certeza de que su jefe había decidido dejar la jefatura del gabinete peñista.
Hidalgo era la siguiente estación para el abogado, quien a lo largo de tres décadas de carrera política sólo tenía dos cargos sin ocupar: una senaduría y la primera magistratura. A finales de noviembre, Osorio Chong había rechazado —con firmeza, sin descomposturas— la oferta peñista de ser senador por lista nominal.
La petición de José Antonio Meade a los priistas es que aporten votos a su causa y eso hará el político hidalguense, seguro de cosechar los votos suficientes para derrotar al Frente y a Morena en las urnas y de erigirse —independientemente de lo que ocurra en la presidencial— en el próximo líder de la bancada peñista en la Cámara Alta.
Hace un mes, los nomios se inclinaban por una opción “continuista”. René Juárez Cisneros —más que Roberto Campa— era el as bajo la manga para ocupar la inminente vacante. La violencia en Guerrero de las últimas semanas descarriló esa intentona. Y en Los Pinos voltearon la vista hacia Alfonso Navarrete Prida.
Los artificios detonados por las precampañas hacen prever un escenario de alta polarización. Sin diálogo posible con los líderes opositores, el gobierno peñista ha decidido privilegiar la gobernabilidad y el Estado de Derecho.
Navarrete Prida llegaría al Palacio de Covián por méritos propios y una probada lealtad al presidente. En ocasiones anteriores pudo optar por la PGR, la Función Pública o la candidatura del PRI al gobierno del Estado de México y siempre se atuvo a la decisión de su amigo, Enrique Peña Nieto.
Para cerrar el sexenio, Los Pinos llamará a los mexiquenses. A la secretaría de Trabajo llegaría —de acuerdo a las versiones que anoche circulaban en altas esferas del gobierno federal— Ignacio Rubí o Manuel Cadena. Y a Semarnat iría Alejandro Del Mazo, actual titular de Conafor. La instrucción para el procurador del medio ambiente, Guillermo Haro Bélchez, es permanecer en su posición.
Osorio Chong, al Senado. Y Luis Miranda, también a campaña para sumar votos y garantizar su liderazgo para San Lázaro. Para Sedesol —si prevalece el acuerdo presidencial con el abanderado priista— llegaría Vanessa Rubio. Y otro meadeadista de primera línea, a SCT (algunas versiones apuntaban a Sergio Alcocer, otras a Abraham Zamora), pero nada estaba decidido, al cierre de este espacio. El modelo de “transición adelantada” propuesto por los itamitas ha generado recelos y también innecesarias fricciones dentro del equipo presidencial.
Los peñistas, a la campaña, como candidatos. La feria de cambios está por comenzar y durará un par de semanas. Para entonces, Jorge Carlos Ramírez Marín habrá dejado la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados… ¿y Emilio Gamboa hará lo mismo?
EFECTOS SECUNDARIOS
RECTA FINAL. A finales de la semana pasada, de un número desconocido, usuarios de Telcel recibieron una llamada. Una voz femenina, grabada, hablaba a nombre del “Instituto por la Democracia” para proponer un breve cuestionario. “¿Estás de acuerdo con que el doctor Armando Ahued no es corrupto?”, era la primera pregunta de esta push poll. Los precandidatos del PRD a la Jefatura de Gobierno de la CDMX también compiten en los espacios digitales a sabiendas de que la encuesta que este fin de semana levantarán tres casas encuestadoras —Covarrubias, Ipsos y Consulta Mitofsky— también valorará su posicionamiento en las redes sociales. En ese terreno, Ahued tomó ventaja desde su etapa como secretario de Salud, con #AhuedparaservirAusted en Facebook Live, donde construyó una comunidad de 450,000 internautas que ahora le permiten aparecer con la mejor aceptación entre los usuarios de las plataformas digitales. Los más recientes números de Twitter y Facebook señalan que el exfuncionario mancerista tiene hasta 87% de porcentaje positivo en los comentarios digitales. Salomón Chertorivski y Alejandra Barrales vienen más abajo, con 47 y 23% de aceptación en la red respectivamente. El ex secretario de Desarrollo Económico, por su parte, ha difundido una veintena de videos en las últimas tres semanas, para visibilizar los problemas de la capital y socializar sus propuestas. En 10 días habrá humo blanco. ¡Órale!
¿EXILIADO? Un lapsus del gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, impide determinar con precisión si lleva al menos una semana en la Ciudad de México: y es que su audiencia con José Antonio González Anaya habría ocurrido en la oficina del secretario de Hacienda en Palacio Nacional, a las 6 de la tarde del pasado viernes 5, aunque el mandatario panista dijo que fue el día 4. Lo único cierto es que después de ese cónclave, Corral cenó con Gustavo Madero y Arturo Fuentes Vélez y posteriormente acudió al Teatro Milán —a tres cuadras del Palacio de Covián— para la función nocturna de Macbeth, acompañado de su esposa y el actor Daniel Giménez Cacho. Desde entonces permanece en la capital de la República. El domingo se reunió con los integrantes del Grupo Chihuahua para exponerles el caso y adelantar que presentará una controversia constitucional.