Minuto a Minuto

Internacional NYT: Testigo cercano a los Reiner ofrece relato de las horas previas al crimen
La fuente citada por el NYT describió los eventos desde el momento en que una masajista llegó a la casa sin obtener respuesta hasta el descubrimiento de los cuerpos por parte de la hija de la pareja
Internacional Venezuela tacha de “grotesca amenaza” el anuncio de Trump sobre “supuesto bloqueo naval”
Venezuela realizó este comentario tras el anuncio de Donald Trump sobre un bloqueo total a los petroleros sancionados
Economía y Finanzas El peso mantiene racha positiva frente al dólar e hila cinco avances consecutivos
Banxico apuntan a que el peso lleva una racha positiva desde el pasado 9 de diciembre, cuando se ubicó en 18.19 pesos por dólar
Nacional SRE apunta que entrega de agua a EE.UU. se puede cubrir hasta 2030
La SRE informó que los faltantes de agua comprometidos con EE.UU., conforme al Tratado de 1944, podrán cumplirse hasta octubre de 2030
Internacional Continúa la búsqueda del sospechoso del tiroteo en Universidad Brown; difunden más fotos
Autoridades continúan con la búsqueda del responsable del tiroteo en la Universidad Brown, que dejó dos estudiantes muertos y ocho heridos

El mundo y México viven un estado de ánimo de enojo. En tiempos de posverdad, las razones se vuelven emociones y así, es más difícil superar los retos y los conflictos en términos lógicos.

Es evidente en el día a día: amplias franjas sociales están descontentas, lo mismo con la situación del país, que con los problemas propios de la entidad o la comunidad en la que viven.

Una de las características de este semblante social es que el enojo se proyecta a los demás, no hacia uno mismo. Como si el entorno sólo fuera responsabilidad del vecino, del alcalde, del gobernador, del presidente, de los otros. Así, una circunstancia que podría ser virtuosa si diera lugar a un cambio constructivo y positivo en el conjunto de la sociedad a partir del análisis racional, se ha convertido en un lastre que dificulta todavía más encontrar respuestas a la adversidad.

El éxito político y electoral de las experiencias populistas, incluyendo la nuestra, se explica por líderes que dan cauce al descontento, pero pocas veces para mejorar el estado de cosas. Se identifican los problemas, sus causas, pero se aplazan o de plano se desdeñan las soluciones.

Peor: se toman acciones que profundizan la crisis. Por ello el ciclo del populismo, en la mayoría de los casos, es de corta vida, a pesar de la intensidad en su momento de vigencia.

Como fenómeno social, el enojo colectivo antecede al triunfo de López Obrador y de su proyecto político, pero también lo explica en sus magros resultados. En la coyuntura actual de decepción in crescendo, México requiere que este sentimiento tenga cauce por la vía institucional, especialmente en los partidos políticos, las organizaciones civiles, los medios de comunicación y las elecciones.

Lo peor es que sea la protesta callejera la que cobre fuerza y que su sujeto sean las masas, no el ciudadano; si ya existe, lo óptimo es hacer de esta energía colectiva motor de una transformación virtuosa, que realmente empodere a la gente en un sistema de representación capaz de expresar la pluralidad del mosaico social, cultural y regional que es México.

El enojo puede ser el punto de partida para un mejor país en la medida en que cada quien se entienda parte de la solución, y no como un actor pasivo decidido a que alguien más haga su tarea.