Sin ganas de entrar en polémica, el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, me dice que no está en su interés integrarse a ningún partido, ni mucho menos presidirlo: “Agradezco las menciones, pero no las puedo tomar en serio, yo hace mucho que no tengo contacto formal con la gente del … Continued
Sin ganas de entrar en polémica, el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, me dice que no está en su interés integrarse a ningún partido, ni mucho menos presidirlo:
“Agradezco las menciones, pero no las puedo tomar en serio, yo hace mucho que no tengo contacto formal con la gente del PRD”.
Horas antes, el ex presidente del IFE, José Woldenberg, nos había respondido en esos términos sobre su presunta postulación para presidir el PRD: “No lo voy a hacer, además es una verdadera tontería, el dirigente debe ser alguien del partido y no un externo; proponer a alguien externo sólo refleja que el PRD no tiene pies ni cabeza”.
Desconozco qué resortes se vayan a mover en las próximas semanas en el PRD. Carezco de radiografías y resonancias para evaluar el avance de la metástasis. Pero con un poco de sentido común, parece que no hay demasiado hacia dónde moverse.
Los Chuchos tienen que hacerse a un lado, ya no son funcionales. No pueden sacar a flote al partido y sí acabar de hundirlo. Eso elimina a una de las escasas figuras prometedoras que le quedan al PRD, el diputado Fernando Belaunzarán.
Beatriz Mojica fue una triste candidata en Guerrero, no tanto por la derrota, sino por su incapacidad para generar una idea, emocionar, proyectar un liderazgo. ¿De veras el PRD supone que vencerá a Morena con ella en el timón?
Miguel Barbosa, quien tendría todo para ser presidente en una nueva era del partido, repite que no le interesa esa posición. Sugiere al senador Zoé Robledo, de buen perfil, aunque sin biografía, fuerza ni convocatoria.
Habrá grillos majaderos por ahí que se sientan elegidos por el destino, pero la escena está servida para otro senador, Armando Ríos Piter, de los contados perredistas con buena imagen. Él quiere y llega a este momento con un atractivo discurso de izquierda moderna y de cohesión y recuperación del espíritu naciente; de sumar en vez de restar; de, por ejemplo, traer de regreso a poderes y símbolos como Cuauhtémoc Cárdenas, Marcelo Ebrard, Alejandro Encinas.
—Presidente del PRD para irle a rogar a López Obrador que no los aplaste —le dije hace unos días.
—López Obrador no representa una visión de futuro, ni la visión de izquierda para sacar adelante al país. Su discurso es rancio y está agotada su propuesta de renovación y reconciliación del país. Ir en el cabús de Andrés Manuel sería totalmente equivocado.
El PAN tendrá un presidente con 85 por ciento de aprobación interna y el PRI uno con 100 por ciento. Sólo un Ríos Piter muy seguro podría sentarse a la mesa con ellos sin dar pena.
MENOS DE 140. No conozco ninguna carpeta que refiera ejecuciones en Tanhuato: el subsecretario de Gobernación, Roberto Campa.
Minuto a minuto
