Es su obligación contribuir a la resolución del problema de los desaparecidos, doña Rosario; solo que en esta ocasión deberá usted estar de lado de las víctimas y no de la 4T
LIC. ROSARIO PIEDRA IBARRA,
PRESIDENTA,
COMISIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS:
¿Cuándo volverán? ¿Dónde están?
Padre buscador
No cabe duda de que, desde que asumió la Presidencia de la CNDH, usted ha brillado, pero por su ausencia. En los últimos días se ha dado un fuerte intercambio de posicionamientos entre el gobierno y los colectivos de búsqueda respecto de la iniciativa a la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y usted no ha dicho ni pío.
Con el escudo de que las desapariciones forzadas ya no son cometidas por el Estado -en la gran mayoría de los casos diría yo-, usted supone que el asunto no es de su competencia; no importa quién las perpetre, sino que siguen ocurriendo y, peor aún, en un mar de impunidad.
La gravedad de la situación ha trascendido fronteras, doña Rosario. Por si usted no ha sido informada, le cuento que Comité contra la Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés) de la ONU, anunció que solicitará a México información sobre las desapariciones, pues éstas ocurren con una frecuencia alarmante. No se vaya usted a poner exquisita diciendo que no es el Estado el perpetrador; la CED-ONU no está afirmando tal cosa, sino que las desapariciones son “sistemáticas o generalizadas”.
A Michael Chamberlain, funcionario del citado Comité, no solo le preocupan las personas desaparecidas, sino que “siguen aumentando los cuerpos sin identificar, la impunidad está por los cielos, es el paradigma del crimen perfecto. La impunidad permite que esto continúe. (…) Necesitamos que se desmantelen los grupos criminales, juzgar a los responsables, conocer el fondo y es algo que no se hace”. Irrefutables sus argumentos, ¿no cree?
El organismo espera un informe completo por parte de México; es decir, qué está haciendo la autoridad para evitar las desapariciones y para buscar a los desaparecidos. Me temo que muy poco, como lo comenté en este mismo espacio al abordar el desempeño de las comisiones de búsqueda; sí, en México hay un Protocolo Homologado de Búsqueda, que se aplique es otra historia (25/3/2025). Si se llevara a la práctica dicho Protocolo, habría muchas más personas localizadas, aunque fuera en calidad de fallecidas. ¿No debiera ser la exigencia de la aplicación del protocolo una de sus batallas a dar en aras de defender los derechos de las víctimas y sus familiares?
No sé si la presidenta Sheinbaum recibió algún tip sobre el posicionamiento del CED-ONU, el caso es que coincidió con el envío de la iniciativa de Ley sobre Desapariciones. La reacción de los colectivos de búsqueda no fue nada favorable, porque no confían en el uso y el funcionamiento de las cuatro plataformas que sustentarían los trabajos; se refieren a la Base Nacional de Carpetas de Investigación, el Banco Nacional de Datos Forenses, el Sistema Nacional de Alerta, Búsqueda y Localización de Personas y la CURP con datos biométricos.
La desconfianza hacia el gobierno no es gratuita. Nada se hizo el pasado sexenio más allá de vanagloriarse de que las desapariciones ya no las cometía el gobierno; vamos, nunca se llevó realmente a la práctica Política Nacional para Prevenir y Erradicar las Desapariciones de 2021.
La recepción de la iniciativa de Ley fue tan negativa, que la mandataria solicitó al Congreso diferir su discusión mientras en la SEGOB se escuchan -¡ya era hora!- las voces de los buscadores. Por cierto, en nada ayudan las declaraciones de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, cuando afirma que no hay un número preciso de desaparecidos porque cuando se encuentra a una persona, los familiares no la dan de baja en el registro. Pongámonos extremadamente optimistas y supongamos que 30% de las 120 mil personas reportadas han sido localizadas y no fueron dadas de baja, aun así, quedarían 90 mil por encontrar. La cifra de todas maneras sería escalofriante.
Mire, doña Rosario, los buscadores no solo tienen la infinita pena de haber perdido a un familiar, sino que realizan sus tareas solos y en condiciones precarias. ¿Cuándo ha visto a un equipo de buscadores por parte del gobierno? ¿Por qué los colectivos sí reciben tips de dónde puede haber una fosa y las autoridades no? Y si los reciben también, ¿por qué las autoridades no van a rascar la tierra?
Con otra, señora Piedra, los buscadores reciben amenazas constantes y, lamentablemente, a veces se las cumplen. En los últimos tres años, por lo menos 12 de ellos fueron asesinados. ¿Ha hecho usted alguna recomendación a los gobiernos de las respectivas entidades?
Todo indica que usted y los gobiernos estatales y federal se tienen se tienen que dejar de discursos y pretextos.
Es su obligación contribuir a la resolución del problema de los desaparecidos, doña Rosario; solo que en esta ocasión deberá usted estar de lado de las víctimas y no de la 4T.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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