Esta imagen es digna de archivarse y presentarse en distintas clases para estudiar el manejo de la imagen de un presidente que se postula para reelegirse en su país
Por Laura Garza
“Trump no tiene ningún interés en tratar la presidencia como otra cosa que no sea un reallity show”, dijo Barack Obama antes de enfrentarse con Trump en elecciones.
En el mundo del periodismo, se espera que el uso que se le dé a la imagen debe de tener una intención clara para que resulte atractiva a los lectores.
Un ejemplo, si la imagen está producida, alterada o retocada será para atraer una atención directa de cierto público, o bien puede ser un acto retratado de manera periodística, donde no tiene ningún tipo de edición digital, dirigida para gente que lee los medios para informarse.
La fotografía de prensa, es la que documenta y no está a expensas de que en la redacción del periódico o de cualquier medio informativo, haya un equipo de diseñadores expertos en el tema de edición digital, sino al contrario, es necesario que no se necesite ningún tipo de retoque para el trabajo de los fotoperiodistas.
Por supuesto, el trabajo de quienes se encargan de enviar los trabajos a pre prensa con la debida calidad y balance de colores, es otro tema.
Pero bueno, volviendo al tema, la fotografía periodística también se enfrenta a los escenarios ya preparados y puestos por candidatos, organizaciones o grupos sociales, es decir, quizá ellos no es que busquen la imagen perfecta, pero quienes serán fotografiados sí.
Tal es el caso del hoy presidente Donald Trump, y seguramente muchos más, pero por el día de hoy, hablaremos del líder norteamericano y sus actos de campaña.
No es información oculta que su popularidad no sea la mejor y que su rival Joe Biden, pareciera que lleva una delantera en las encuestas previas al 3 de noviembre.
Como toda campaña política electoral, cientos de personas crean, organizan, planean y estructuran cada evento del candidato con la clara intención de influir en una de las decisiones más importantes que tiene el ciudadano: votar.
Creo fielmente que Estados Unidos es el país con el mejor manejo de producciones de entretenimiento, todo lo que hacen masivo, resulta ser altamente atractivo y de primer nivel y no solo para shows deportivos o de espectáculos, sino los políticos.
Basta ver las Conferencias que realizan ambos partidos, las banderas impresas a la perfección, pancartas con diseños profesionales. Vaya, nunca vemos a nadie con una lona o con una cartulina mal hecha, como suele suceder en cualquier manifestación en nuestro país.
Tan solo por decir un ejemplo.
Entonces aparece esta belleza de imagen, un documento digno de archivarlo y de presentarlo en distintas clases para estudiar el manejo de la imagen de un presidente que se postula para reelegirse en su país.
De nuevo tomé el trabajo de Evan Vucci, el jefe de fotografía de la agencia AP en Washington, quien está pegadito a los movimientos de la Casa Blanca y tenemos esta joya de imagen bien balanceada a color azul, una iluminación de televisión, en donde por supuesto, el principal actor, Donald Trump se ve perfecto de pies a cabeza.

Podemos ver el detalle de su traje, los pliegues al doblar la rodilla, las arrugas de su camisa blanca, su corbata roja intenso y su piel bronceada.
Mientras que de fondo tenemos al público, a diferencia de eventos anteriores, ahora casi todos portan cubrebocas y casualmente todos tienen el mismo. De fondo su slogan “Make America Great Again” y un cartón que alguien casualmente sostiene justo en el centro de la imagen que dice “4More Years”, en español. Cuatro Años Más.
Es un documento visual que ejemplifica la correcta planeación de un equipo de producción, sin embargo esta perfección también suele hacer que los candidatos pierdan credibilidad, porque yo le preguntaré a usted, ¿cree que es un acto de campaña? O acaso ¿es un evento planeado para sumar una actividad más a su campaña?.
Allí en la esquina inferior derecha vemos a dos personas que dan la espalda a la cámara, y para mí parecieran que son como los encargados de dirigir a la gente, o como se dice en la televisión “los animadores” del público, los que les piden que aplaudan, que griten, que guarden silencio o que todos saquen sus teléfonos para hacer que fotografían.
Es curioso que hasta podemos ver a un personal de la seguridad del presidente también en el cuadro.
Es decir, tenemos todo tan perfecto, que no hace falta nada para publicar la imagen y hablar puras cosas buenas y provechosas del acto de la visita del presidente y candidato Trump a Winston-Salem en North Carolina.
Los fotoperiodistas también se enfrentan a la imperfección de un periodismo que pareciera cumplir estándares impecables, y eso, al menos para mí, no es real.
Algo tenía de cierto las palabras del expresidente Barack Obama.