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El jabonoso plan de gobierno anunciado para la recuperación de Acapulco, ya era un aviso de indiferencia ante la magnitud de los daños de la ciudad.

La decisión de los 262 diputados gobiernistas de no abrir en el presupuesto de 2024 un fondo legal para el desastre, es de plano un agravio.

Vale casi como sacar a Guerrero del pacto federal. Como decir: “Acapulqueños: rásquense con sus uñas”.

Dice bien @EnriqueKrauze que la historia recordará los nombres de los 262 diputados que votaron así en esta servil legislatura.

Recuerdo especial tendrán las diputadas y diputados guerrerenses que votaron contra su tierra:

María del Rosario Merlín García

Araceli Manzanares Ocampo

Pedro Sergio Peñaloza Pérez

María del Rosario Reyes Silva

Carlos Sánchez Barrios

Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.

Son un autorretrato grupal de la miseria de la mayoría diputadil y de su fracción guerrerense. También retratan a quien les ordenó cómo votar desde Palacio Nacional, un presidente incapaz de solidaridad con nada que no lo beneficie o que pueda demeritarlo, trátese de niños que no reciben tratamientos de cáncer por decisiones de su sector salud, de soldados muertos en combates con la delincuencia, de madres buscadoras, de 171 mil asesinados en cinco años o de 800 mil muertos por la epidemia de Covid, que administró su gobierno.

No hay sorpresa en que tampoco se muevan las emociones ni se active el pundonor presidencial ante los 800 mil damnificados de Acapulco, y sabrá Dios ante cuántos más en el resto del estado, pues el presidente, con un dicharajo, bajó de 47 a 2 el número de municipios afectados por Otis.

Ominosa es la cuenta oficial de muertos en la tragedia, que la misma obsesión de no ser tocado por hechos adversos, mantiene en 48 muertos y 57 desaparecidos.

Los damnificados reales de Acapulco de hoy no tienen partida en el presupuesto de 2024. El Tren Maya y sus inexistentes pasajeros de mañana, tienen asignados en ese presupuesto 120 mil millones de pesos.

Una muestra de las prioridades presupuestales del humanismo gubernamental que está transformando a México.