
Sin agua y con poca extensión, la inhóspita isla del archipiélago alacranes es el último territorio habitado del país en el Golfo de México
El país contiene a lo largo de su territorio varias maravillas naturales tan importantes como inhóspitas, siendo una de estas el arrecife alacranes, el límite del territorio nacional en el Golfo de México, donde destaca la Isla Pérez, la única habitada de este paradisíaco e inhóspito lugar.
Llegar allí no es una misión sencilla. Tras adquirir un permiso especial de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, que cuenta con oficinas en Mérida, los interesados deben dirigirse a Progreso, ubicado a 45 minutos de la capital yucateca y emprender un viaje de más de cinco horas.

Es importante llegar de día al lugar. En caso contrario, las pequeñas lanchas que transportan a los turistas podrían encallar en los peligrosos arrecifes de corales de la zona, como demuestran varios naufragios ocurridos a lo largo de los años.
Dependiendo de la ruta, podría no verse nada en todo el camino, a excepción de varios peces e incluso delfines que acompañan la travesía, por la cual los prestadores de servicio cobran alrededor de mil 500 pesos por grupos de hasta 10 personas.

Cabe destacar que solo 111 turistas son permitidos en la isla cada día.
Isla Pérez es la única habitada de las cinco que componen el arrecife, nombradas Desertora (también llamada isla Muertos, Oeste o Desaparecida), Isla Pájaros (también llamada Larga), Chica (también llamada Cornezuelos o Blanca) y Desterrada. Su población actual es de solo seis personas, incluyendo militares, guardafaros y miembros de la Conanp.

La isla mide 700 metros de largo y cerca de 200 de ancho y está formada de arena y coral a diferencia de otras que son de origen volcánico. Las construcciones incluyen un faro, supuestamente donado por la Reina Victoria, así como las construcciones necesarias para sus habitantes.
Es frecuentada por pescadores, sin embargo no dispone ríos y cuenta con poca vegetación, las personas instaladas en ellas reciben agua y alimentos una vez al mes en distintas embarcaciones. La isla está rodeada por aguas color turquesa pocos profundas.

Los turistas pueden bucear y esnorquelear, sin embargo cualquier cosa que necesiten para estar ahí, incluyendo comida, deben llevarlas con ellos, es importante no dejar basura, al tratarse de un área protegida. Tampoco pueden hacer sus necesidades en la arena.
Entre junio y octubre se considera la mejor época para visitar el arrecife, pues el mar suele estar en calma y el viento tiene menos fuerza. En esa época se permite acampar, sin embargo en la noche las luces deben estar apagadas, ante la presencia de tortugas, las cuales llegan a la playa a desovar.

Finalmente, cabe destacar que a pesar del nombre del arrecife, no existen alacranes en sus islas. El nombre lo recibió debido a la descripción del lugar en la bitácora de un explorador que encalló en ella hace 500 años. El hombre consideró que la soledad, la falta de agua y la ausencia de la civilización eran como una picadura de dicho animal.
Con información de El Universal y BBC