
El cardenal emérito de Guadalajara confesó que en la casa Alberione, hasta 2001, se atendían a curas pederastas. Hoy no son aceptados
En Tlaquepaque, Jalisco, había una casa que se dedicaba a dar asilo a los sacerdotes pederastas, la cual a partir del 2001 no recibe a más prelados acusados de cometer estas conductas.
Juan Sandoval Íñiguez, cardenal emérito, reveló que la casa Alberione daba asilo a varios curas que cometieron a pederastia, la cual fue cerrada por Juan Pablo II en 2001.
“Cuando en el 2001 el papa Juan Pablo II dijo que los pederastas tenían que salir del ministerio, entonces di la disposición a la casa Alberione que no admitieran ningún sacerdote pederasta”, confesó.

A partir de ese momento, la casa Albrione se dedica a atender a sacerdotes con problemas de depresión, alcoholismo y “de autoridad”, pero los pederastas ya no son aceptados.
Estos sacerdotes ya no son aceptados “primero porque nos va a dañar la obra, y segundo porque de todas maneras tiene que dejar el sacerdocio, ¿para qué estamos ya gastando en él?”, aseguró.
Recordó que a partir del 2001, se han endurecido las medidas contra la pederastia, después de que esta fue calificada como pecado por el entonces sumo pontífice.
La casa Alberione se encuentra al sur de la ciudad de Guadalajara, en el municipio de Tlaquepaque.
Con información de EFE