
Las fallas en el sistema de enfriamiento han provocado que se mande a la fosa común dos cuerpos que aceleraron su tiempo de descomposición
La falla en el sistema de enfriamiento del Servicio Médico Forense de Saltillo ha orillado que las autoridades de la dependencia a mandar a la fosa común dos cuerpos que, luego de la falla, aceleraron su tiempo de descomposición.
El pasado 27 de julio, autoridades decidieron sepultar el primer cuerpo, ya que el olor hacía imposible laborar al interior de la dependencia. Fue a petición de los empleados que se realizó dicha acción.

El forense corrió con los gastos del traslado del cuerpo al panteón San Ignacio, en el municipio de Ramos Arizpe, para sepultarlo en un predio común, ya que no contaba con identificación personal ni familiares que acudieran a reclamarlo.
Cuatro días después, tuvieron que hacer lo mismo con el cuerpo de un hombre no identificado que fue atropellado en la carretera 54 en el ejido Carneros. El olor era tan fuerte que impidió el paso del personal a las oficinas.
El día de ayer se realizó el depósito del cuerpo, por lo que las labores regresaron a la normalidad; sin embargo, las autoridades informaron que las maniobras de reparación siguen atrasadas y se espera continúen con la misma contingencia.
El pasado 23 de junio, el medio Zócalo que informó que derivado de la falta de un área especial para mantener en buen estado los cadáveres que llegan al Semefo, la Procuraduría General de Justicia de Saltillo determinó cerrar las instalaciones para dar mantenimiento a los refrigeradores del inmueble, canalizando los nuevos casos a otros lugares.
Con información de Zócalo