
Mantenerse en la cárcel que guarda privilegios y autogobierno e irregularidades con custodios e internos es un calvario para sus familias
Insuficiencia de personal de seguridad, sobrepoblación y hacinamiento de internos, así como casos de corrupción son parte de la historia que existe detrás del enfrentamiento en el penal de Topo Chico, Nuevo León, donde murieron 49 internos.
Desde 2014, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reportó, en una visita en aquel año, 4 mil 585 reos en la cárcel citada, con capacidad para 3 mil 635 internos.

Por su parte, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de la entidad (CEDHNL) indicó que en 2013 la prisión de Topo Chico tenía una sobrepoblación de 55 por ciento en su área varonil, y de 56 por ciento en el área femenil.
La CNDH señaló más deficiencias en la prevención y atención de incidentes violentos en el penal; en las condiciones materiales, de higiene y equipamiento de las instalaciones para alojar a los internos, y en la falta de manuales de procedimientos para el ingreso y traslado de internos, así como en la falta de preparación para el uso de la fuerza.
Además, relató la existencia de cobros por parte de los custodios y de los propios internos, donde además existen “áreas de privilegios, objetos y sustancias prohibidas, e internos que ejercen violencia o control sobre el resto de la población”, que son fiel testimonio de autogobierno e irregularidades con custodios y presos que imponen sus propias reglas.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos indicó que Topo Chico tenía 75 elementos. Esto equivale a un déficit de aproximadamente, de acuerdo a las recomendaciones internacionales, de 940 custodios.
También la CEDHNL reportó sobre la carencia de higiene, las pocas áreas de baños y regaderas. Las celdas albergan entre 5 y 10 personas y no cuentan ni con luz natural ni artificial, mucho menos ventilación.
Violencia en Topo Chico, con historial
Topo Chico ya había registrado diferentes episodios de violencia. En septiembre de 2015, por una riña, un reo murió y 11 más resultaron lesionados.
Hace cuatro años, en febrero de 2012, se reportó el asesinato de tres internos, entre ellos una mujer.
Cabe recordar también que en otra cárcel de Nuevo León, en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Apodaca, se registró el 19 de febrero una riña en la que murieron 44 reos.

El costo de sobrevivir en México
El medio El País hizo un relato de cuánto cuesta la vida dentro de la cárcel que está en el ojo del huracán en nuestro país.
En un testimonio que documentó el informe, un interno comunicó a su familia que debía pagar 6 mil dólares (aproximadamente 113 mil pesos mexicanos) tan solo como cuota de ingreso. Si la familia del interno no conseguía la cifra, lo podían asesinar nada más poner un pie en el patio.

Otro testimonio de una familiar de un interno, identificada como Elizabeth, de 37 años, ha sufrido un calvario desde que detuvieran a su hijo hace seis meses. Elizabeth tuvo que vender su casa y todos los muebles que había dentro por unos 3 mil dólares (unos 56 mil pesos), y gastó otros 3 mil dólares más que le exigían las mafias carcelarias, los cuales reunió a base de préstamos de parientes y, lo que es peor, de créditos de usureros. “Estoy ahogada”, señaló.

En parte porque esa primera cantidad era solo por el ingreso, y ahora paga semanalmente entre 100 (mil 900 MXN) y 200 dólares (3 mil 800 MXN), una verdadera fortuna para una madre soltera con otros tres hijos. Eso le garantiza protección a su hijo Santiago, un plato de comida y hasta un colchón. Los que no tienen quién les pague, duermen en el suelo.
Redacción