
Son más de 30 personas dedicadas a estos robos, entre las que participan desde adolescentes hasta personas de la tercera edad
El crucero más transitado de América Latina, el paso peatonal de Eje Central y Francisco I. Madero -con 300 mil personas cruzando diario o hasta un millón en días feriados o de puente- se ha vuelto el lugar favorito de los carteristas que despojan de sus pertenencias los peatones con un nuevo modus operandi.
Cuando el semáforo cambia a rojo y los peatones reinician su recorrido por Madero atravesando Eje Central, la conglomeración es aprovechada por grupos delictivos de cuatro o cinco personas, quienes poco a poco rodean a su víctima y entre empujones, para aparentemente hacerse paso, los despojan de carteras, monederos y celulares.
Mientras, los cómplices, que transitan en sentido contrario, reciben y esconden el botín, para que si el afectado se da cuenta no ubique al autor del atraco.
Estos robos se cometen principalmente entre las 14:00 y 20:00 h, los días habituales son de jueves a domingo a pesar de la presencia de elementos de la Policía Auxiliar y además de que existen tres cámaras de videovigilancia en los primeros 100 metros de trayecto del Eje Central.
Los asaltantes prefieren a quienes portan mochilas o bolsos amplios.

Comerciantes testigos
Los comerciantes establecidos confirmaron que desde enero del año pasado comenzaron a observar este modus operandi.
“Empezamos a ver que primero venía un grupo de entre cinco y diez personas que caminaban a lo largo de la calle de Madero, así empezaron a darse los primeros asaltos; después aumentaron al igual que la presencia de los asaltantes. Se han presentado casos en que los hombres que son asaltados los encaran y comienzan a pelear hasta que llega la policía y les cambian la versión de los hechos, porque son mayoría y terminan deteniendo a las víctimas”, dijo una encargada en una tienda de ropa.
Detallaron que son más de 30 personas dedicadas a estos robos, entre las que participan desde adolescentes hasta personas de la tercera edad, y que son liderados por mujeres y hombres de entre 25 y 30 años.
Señalaron también que cuando sustraen tarjetas de crédito o débito, inmediatamente las utilizan en comercios de ropa y comida, antes de que sean reportadas y dadas de baja.
“Vemos cómo casi diario se meten a comprar ropa en tiendas como Zara, Forever 21 o a los establecimientos de comida rápida; piden varias hamburguesas o donas”, relató un encargado de una tienda de ropa para caballeros.
Con información de Excélsior