
Los estudiantes fueron víctimas de un secuestro exprés justo después de un evento encabezado por los gobernadores de Nuevo León y Tamaulipas
Este martes, tres jóvenes regiomontanos fueron plagiados por dos comandos en la Autopista de Reynosa a Monterrey, en Tamaulipas, cuando regresaban de la Isla del Padre, en Texas.
Los estudiantes fueron víctimas de un secuestro exprés justo después de un evento encabezado por Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, y Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas.
“Veníamos de la Isla del Padre, el conductor, yo de copiloto y atrás nuestro compañero, cuando advertimos que dos camionetas nos siguieron, una se emparejó del lado izquierdo y la otra atrás”, detalló una de las víctimas.
Agregó que el copiloto de una de las camionetas los rebasó y les hizo señas para que se detuvieran, tras lo cual no tuvieron otra opción que obedecer.
Los delincuentes exigieron dejar libre el asiento del copiloto, el cual fue ocupado por uno de los integrantes del comando armado.
“Atrás se subió el otro para vigilar a las dos personas que viajábamos, mientras que al conductor le dieron instrucciones de medir la velocidad y no hacer ningún movimiento raro, porque de ser así nos iban a matar”, narró el conductor de la camioneta.
Indicaron que los sujetos portaban armas largas y que los amenazaron, al tiempo que les hacían preguntas sobre su condición económica.
“¿Quiénes son ustedes?, ¿de dónde son?, ¿de dónde vienen?, ¿tienen casa en la Isla o en McAllen?, ¿sus padres tienen dinero en cuentas de los bancos texanos?, fueron algunas de las preguntas que nos hicieron”, añadió uno de ellos.
Asimismo, los jóvenes señalaron que los integrantes del comando pensaron que los tres pertenecían a una célula delictiva.
“¡A ver, cabrón, tú que conduces la camioneta, dime, ¿a qué cártel pertenecen?, ¿con quién están vinculados?, dímelo o te lleva tu chingada madre”, explicaron.
Uno de los regiomontanos dijo que contestó que no eran delincuentes y que eran estudiantes de una escuela privada. “Nos trajeron plagiados dos horas aproximadamente, que nos parecieron eternas, y no, comprobaron que no estábamos identificados con ningún grupo delincuencial, de manera que nos dejaron libres, a cambio de nada, creíamos que nos iban a quitar la camioneta, pero no fue así”, concluyó uno de los que fueron víctimas.
Con información de Milenio