
Ante una gran multitud se llevó a cabo esta tradición pagano-religiosa con mas de cuatro siglos de antigüedad
Entre aventones, gritos, risas y brincos los Chayacates después de la media noche cumplieron su cometido de robarse el niño Dios de su pesebre en el barrio de los Once Pueblos, ante una gran multitud que se dio cita para presenciar esta tradición pagano-religiosa con mas de 400 años de antigüedad.
Fue en esta ocasión que en el barrio de Los Once Pueblos, en Ixtlahuacán, Colima, se llevó a cabo la velada desde las 9:00 h, donde se dio cita la gente y pastores vestidos de azul y rosa con sus luminosos sombreros, quienes elevaron plegarias y cánticos al niño Jesús.

Cuando los pastores van a descansar, los “rancheros” con sus bastones y “perras” cuidan el pesebre; después de azotar sus “perras” con las diferentes tentaciones que se atraviesan por el lugar como la lujuria, la avaricia, la gula otros mas que logran ahuyentar, aparecen los Chayacates.
Estos cuatro ermitaños con sus largas cabelleras y máscaras que buscan acercarse al pesebre y robarse al niño Dios.

Después de una lucha fuerte con los rancheros y pese a los cánticos de los pastores, los Chayacates logran su cometido, huyendo con el niño Dios.

Este sábado, desde el mediodía los Chayacates, después de pasearlo por las principales calles se Ixtlahuacán, llegarán al jardín principal para vivir la culminación de esta tradición, como se hace año con año, de entregar al niño Dios en el templo, no sin antes luchar nuevamente con los rancheros y los diablos, arrebatarselo a Herodes y ponerlo a disposición de los Reyes Magos.
Con información de Quadratín