
El titular de la Comisión aseguró que el acuerdo de retirada deberá estar listo en octubre, para dar un paso a la ratificación
La última cumbre de la Unión Europea para este 2017 terminó con la aprobación de iniciar la segunda etapa del diálogo para la salida del Reino Unido.
“Los avances son suficientes para proceder con la segunda fase, relativa a la transición y al marco de la relación futura”, concluyó el Consejo Europeo.
“Los líderes de la UE acuerdan avanzar a la segunda fase de las negociaciones del Brexit”, tuiteó el presidente del Consejo, Donald Tusk.
No obstante, los líderes comunitarios señalaron que las negociaciones solamente avanzarán a medida que los compromisos asumidos en torno a los derechos de los ciudadanos, la factura de salida y los problemas fronterizos en Irlanda se manifiesten en un texto legalmente vinculante.
El bloqueo impuesto en las conclusiones del Consejo es una respuesta a las declaraciones del secretario del Brexit, David Davis, quien expresó que el compromiso hallado la semana pasada, entre la primer ministra Theresa May y la Comisión Europea fue una “declaración de intenciones”, más que un acuerdo vinculante.
Por su parte, Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, reveló que en el momento en que los jefes de Estado den el visto bueno, podrá dar inicio el debate acerca del marco de asociación.
Detalló que las negociaciones reales iniciarán en marzo del 2018 y por el momento, el Ejecutivo comunitario llevará a cabo seis seminarios para conocer las posturas de los Estados adscritos acerca del tipo de relación que quieren con Londres en el futuro.

El titular de la Comisión aseguró que el acuerdo de retirada deberá estar listo en octubre, para dar un paso a la ratificación por parte del Parlamento Europeo y el británico.
No obstante, el presidente del Consejo Europeo manifestó que no se encuentra muy seguro de que se cumpla con los plazos establecidos.
La UE desea que en ese periodo de tiempo los británicos continúen cubriendo sus obligaciones en materia de regulación, presupuesto, supervisión y justicia; no obstante, dejarán de participar en las instituciones y en la toma de decisiones de los órganos.

En torno al tema de migración, Tusk negó que el sistema de reparto de refugiados, al que se oponen Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría, sea un método efectivo para detener los flujos ilegales y retomar el control de las fronteras.
Señaló que el número de reubicados bajo dicho instrumento apenas alcanza el 2 por ciento del total de solicitudes de asilo en total que recibe la Unión Europea.
En respuesta, el responsable de la agenda migratoria, Dimitris Avramópulos, calificó la posición de Tusk como “inaceptable” y “antieuropea”, defendiendo que el reparto de refugiados ha resultado ser un éxito.
Por su parte, sin mencionar a ningún país, Juncker manifestó su malestar por la carencia de solidaridad y declaró que sumar unas cuantas personas no supone una carga para la seguridad social.
Con información de El Universal y Reuters