
Los policías de París tuvieron que utilizar gases lacrimógenos cuando los taxistas encendieron hogueras en su protesta contra Uber
La policía tuvo que utilizar gases lacrimógenos y taxistas encendieron hogueras en una importante autopista este martes, como parte de protestas y huelgas en toda Francia por las condiciones de trabajo y la competencia de servicios no tradicionales como Uber.

El primer ministro francés, Manuel Valls, se reunió con los taxistas en un intento por calmar las tensiones. Rechazó la violencia de los taxistas pero aseguró que fortalecerá las medidas policiacas en los servicios rivales de taxi por los cuales protestan los conductores. También está formando un comité de representantes de compañías de taxi y ministros de gobierno para debatir las reformas al sector.

Las protestas del martes son un nuevo desafío para el gobierno socialista del país, que busca modernizar la economía en Francia y encontrar el lugar del país en un mercado cada vez más globalizado y digital.
Cientos de taxis franceses, a los que se sumaron algunos belgas y españoles, bloquearon una importante intersección de acceso al oeste de París, causando cortes de tráfico en las avenidas circundantes. Docenas de taxistas intentaron marchar desde el cruce de porte Maillot hacia un puente de ocho carriles, pero la policía los rechazó con gases lacrimógenos.

Algunos conductores encendieron hogueras antes del amanecer que los bomberos sofocaron por la mañana.

Los taxistas tradicionales protestan por lo que consideran competencia desleal de servicios rivales como Uber, que afrontan una serie de obstáculos legales en Francia. Otras protestas previas se tornaron violentas.

El servicio de bajo coste de Uber está prohibido en Francia y dos ejecutivos de la firma serán juzgados el mes que viene en París por fraude. Protestas anteriores del sector también tuvieron un matiz violento, con emboscadas a conductores y pasajeros del servicio.
Karim Asnoun, presidente del sindicato CGT Taxi Union, dijo el martes durante la protesta de París que “desafortunadamente los gobiernos son débiles y como el desempleo les presiona, ceden. Creen que están creando trabajos, pero por cada empleo que se crea hay uno que se destruye”.
Uber envió un mensaje a sus clientes franceses alertando de posibles episodios de violencia durante las protestas y afirmó que el objetivo de las marchas es “presionar al gobierno… para que limite la competencia”. La empresa indicó que limitar los servicios de transporte basados en aplicaciones de celulares aumentaría los precios, dejaría a conductores sin empleo y llevaría a los consumidores de vuelta a la era “antes de las aplicaciones y los celulares”.
Las protestas se repitieron en otras ciudades.
“(Los conductores de Uber) agreden a los profesionales que pagan impuestos, que respetan las normas”, afirmó Rachid Boujdema, de 37 años y presidente del sindicato de taxistas de Marsella, donde los conductores en huelga provocaron atascos en toda la ciudad y en el aeropuerto de Marignane. El representante sindical describió a los competidores como “vaqueros estadounidenses” que “quieren destruir nuestro sistema, el sistema que todos apreciamos”.

También hubo protestas de controladores aéreos y maestros
Asimismo, uno de cada cinco vuelos en los aeropuertos de París fueron cancelados y otros más afrontaron retrasos, por un paro de controladores aéreos y las protestas de taxistas, que afectaron a las carreteras.
Veinte personas fueron detenidas por las protestas en torno a la capital francesa, informó la policía de París, y dos personas resultaron heridas en el aeropuerto de Orly cuando un autobús intentó romper por la fuerza el bloqueo instalado por los taxistas, agregó la televisora I-Tele.
Algunos profesores y otros funcionarios públicos hicieron huelga también por una amplia variedad de temas, incluyendo salarios, reformas educativas y condiciones de trabajo.
Redacción