
Se agotan en una hora los boletos para el discurso de despedida en el McCormick Place, vendiendo entre los mil y cinco mil dólares
Barack Obama ofrecerá el martes su discurso de despedida como presidente de Estados Unidos al regresar a Chicago, donde le recordará a los estadounidenses que no deben perder la fe en el futuro de su país a pesar de la inquietud generalizada en torno al próximo presidente.
Ante miles de personas en la plaza McCormick Place, Obama tendrá su última oportunidad de definir el significado de su presidencia. Es una conclusión apta una lucha política que comenzó ocho años atrás. Fue allí, en Chicago, en el 2008, cuando Obama dio su discurso triunfal al ser elegido como la primera persona de raza negra en ocupar el máximo cargo del país.

“Estaré pensando en mis días de joven, cuando era un activista comunitario, recién graduado de la universidad, y me siento como que mi fe en la capacidad de Estados Unidos de evolucionar en nuestra democracia ha sido justificada”, dijo el presidente en un video que preparó como prólogo a su discurso.
Obama dijo que tras ocho años como presidente ha aprendido dos lecciones fundamentales: que los estadounidenses son en el fondo buenas personas, y que el cambio es posible. “El sistema responderá cuando gente común se una y trate de impulsar al país por un mejor sendero”, manifestó.
Pero en cierta manera el sistema respondió en noviembre cuando los estadounidenses rechazaron las políticas de Obama y eligieron al republicano Donald Trump.
Tanto Obama como sus correligionarios demócratas han hablado de la futura presidencia de Trump en tonos sombríos. Es por eso que la tarea del presidente, en el ocaso de su carrera política, es explicar cómo su visión del país puede seguir siendo relevante en una época en que Trump es la principal fuerza política del país.
El mandatario saliente no es novato en el campo de los discursos importantes. Se hizo célebre precisamente por su gran talento oratorio. Pero este discurso será distinto, dicen allegados del presidente.
Obama no quería simplemente dar una lista de los logros alcanzados en los últimos ocho años, y giró instrucciones a sus ayudantes a que escriban un discurso “que vaya por encima de la política” y que le hable a todos los ciudadanos del país, incluso los que votaron por Trump.

Boletos desde mil dólares
Barack Obama ofrecerá este martes su discurso de despedida como Presidente de Estados Unidos al regresar a Chicago.
En el evento, que es gratuito y abierto al público, se espera que Obama les recuerde a los estadounidenses que no deben perder la fe en el futuro de su país a pesar de la inquietud generalizada en torno al próximo presidente.
Los boletos para asistir fueron distribuidos el 7 de enero en el McCormick Place y, según medios locales, sólo se dio una entrada por persona.
Conforme al Chicago Tribune, desde las 3:00 h, tiempo local, cientos de personas, con cobijas en mano, esperaron pacientemente y bajo temperaturas de menos de tres grados por la entrega de las entradas que no empezó sino hasta las 6:00.
A las 7:00, la Policía de Chicago advirtió a los aspirantes que ya no se formaran, ya que los boletos se agotaron en menos de una hora.

“El no haber alcanzado un boleto duele, porque me desperté temprano y simplemente me quería despedir del Presidente”, dijo a Univision Michelle Higgins, residente de Chicago, quien no consiguió entradas a pesar de estar formada por horas.
“Estuve en su juramentación en el 2009, así que lo quería ver antes de su salida. Es un momento histórico, tenía que estar ahí”, expresó a la cadena latina Latrice Wysinger, quien fue una de las afortunadas en conseguir entradas.
Pero el domingo, quienes quisieron sacarle provecho a la oportunidad de ser testigo de este momento histórico no se hicieron esperar y algunos los anunciaron en Ebay y Craigslist.
Los precios en ambas webs oscilaron entre los mil y los 5 mil dólares, de 21 mil 950 a 109 mil 750 pesos aproximadamente.
No estaba claro, si esos boletos eran legítimos, pero cada ticket entregado en el McCormick Place contenía la leyenda de que no estaba permitida su venta.
“Es diferente comprar un sofá en Craigslist, porque puedes ver el sofá… pero no hay forma de verificar estos boletos”, explicó Steve Bernas, presidente del Better Business Bureau of Chicago al Chicago Tribune.
Bernas añadió al medio que la gente generalmente sabe si son verdaderos o falsos hasta que los agentes los detienen en la puerta.
Redacción