
El proceso electoral de los Estados Unidos, a diferencia de el de México, no es por votos directos, sino por votos por estado
Después de varias semanas de campaña electoral, los candidatos a la presidencia de Estados Unidos han ido posicionándose en las preferencias electorales de acuerdo a las encuestas que se han dado a conocer en los últimos días. Sin embargo, hay un método específico para determinar quién gana las elecciones.
En el sistema electoral de Estados Unidos, a diferencia de lo que pasa en México, los resultados de los ganadores no se dan por el total de votos de los electores que se hagan. Es decir, que cada estado que compone a la unión americana tiene un número de votos establecido que se ganan. Por ejemplo, en California, se pueden obtener 55 votos, que son para el candidato que los votantes elijan como el ganador.

El total de los votos de los estados es de 538 y esos puntos se obtienen del hecho de que existen 100 senadores, dos senadores por cada estado, lo que suma 100 puntos. También existen 435 congresistas que se reparten en los estados dependiendo de la cantidad de población que haya en ellos. Los tres puntos restantes se otorgan a la capital, Columbia.

La mitad de los 538 puntos es lo que un candidato necesita para ganar, es decir, 269 votos aunque el óptimo es 270.
Por lo tanto, la elección se define por la mayoría de puntos que se obtengan, no los votos de los electores.

Existen también dos estados que no siguen esta reglas, Nebraska y Maine donde se distribuyen por otros métodos pero como son pocos los votos que obtienen, no existe otro tipo de problema con eso.
Como el sistema está diseñado para que los candidatos ganen estados, hay ocasiones en las que los candidatos con solo ganar 12 estados, pueden ganar una elección.
Con información de Roy Campos