
A la fecha hay millones de árboles secos y muertos que son una bomba de tiempo para la próxima temporada de incendios forestales en California
A causa del cambio climático, entre otros factores, California enfrenta un panorama complicado en los próximos años, en donde hasta las propias autoridades han advertido sobre incendios más grandes y más tragedias por venir.
Hasta el mismo gobernador Jerry Brown Jr. ha definido al fenómeno de los incendios como “la nueva anormalidad”, algo que permanecerá, y consideró que esa realidad seguirá por mucho tiempo más.
El cambio climático en los últimos años ha tenido un impacto directo en California, la llamada quinta economía del mundo, y en donde en años recientes registró la peor sequía y a la par los peores incendios de su historia.
A causa de esa sequía a la fecha aún hay millones de árboles secos y muertos que son una bomba de tiempo para la próxima temporada de incendios que ya se prevé que sean más frecuentes y destructivos.

De esta forma, especialistas anticipan incendios forestales más grandes y más peligrosos. Empeoramiento de sequías, costas amenazadas por el aumento del nivel del mar, menos agua y más enfermedades relacionadas con el calor.
Análisis estiman que el área quemada por un incendio forestal en el oeste de los Estados Unidos desde 1984 hasta 2015 fue el doble de lo que habría quemado si no hubiera ocurrido el cambio climático.
Los incendios forestales alrededor de Los Ángeles desde 1990 hasta 2009 causaron tres mil 100 millones de dólares en daños (no ajustados por inflación).
Ahora el más reciente incendio Woosley solo en Malibú, en el sur de California, causó pérdidas a residencias y propiedades en más de mil 600 millones de dólares. La muerte de árboles en los bosques de coníferas de media elevación se duplicó de 1955 a 2007 debido, en parte, al cambio climático.

En el puente Golden Gate, en San Francisco, el nivel del mar aumentó nueve pulgadas entre 1854 y 2016. El cambio climático causó la mayor parte de este aumento, al derretirse el hielo terrestre y la expansión térmica del agua del océano.
Los gobiernos locales en la costa de California usan proyecciones del aumento del nivel del mar para desarrollar planes para reducir los riesgos futuros.
En respuesta a la reciente sequía de California, el estado implementó un plan de conservación de agua en 2014, que estableció asignaciones para los servicios públicos de agua y los principales usuarios, y prohibió las prácticas de desperdicio.
Como resultado la gente del estado redujo el uso de agua en un 25 por ciento de 2014 a 2017.

La severa sequía en California, intensificada por el cambio climático, redujo la generación hidroeléctrica en dos tercios de 2011 a 2015. El síndrome pulmonar por Hantavirus y los casos de fiebre del Valle ocurren en la región.
Ante la llegada de nuevos incendios la ciudad de Paradise, con 27 mil residentes y que fue destruida en su totalidad por el incendio Camp de noviembre pasado, abre la discusión a no reconstruir en áreas con peligros de incendios.
Toda la ciudad en el norte del estado está en una zona de fuego de alto riesgo. Los residentes habían tenido que evacuar regularmente en los últimos años.
Con información de Notimex