Corea del Norte dijo que las nuevas sanciones de la ONU les muestra que están en el camino correcto y continuarán su programa armamentista
El gobierno norcoreano calificó como maléficas las nuevas sanciones en su contra aprobadas el martes por el Consejo de Seguridad de la ONU tras su reciente prueba de una bomba de hidrógeno, añadiendo que no solo no abandonarán su polémico programa nuclear, sino que redoblarán su ritmo de desarrollo.
La más reciente ola de sanciones por parte de la comunidad internacional prohíbe el 90 por ciento de las exportaciones textiles de Pionyang, su segunda fuente de ingresos del exterior, lo que representa un golpe a sus finanzas de 700 millones de dólares anuales.
Asimismo, restringe las importaciones petroleras y exige se inspecciones todos los barcos que naveguen con la bandera de Corea del Norte. Tan solo un mes antes el Consejo de Seguridad había prohibido las exportaciones norcoreanas de marisco, plomo y carbón.
“La ‘resolución’ ha sido inventada por Estados Unidos, utilizando todo tipo de métodos y maneras despreciables y malignas. Corea del Norte condena en sus términos más firmes y rechaza categóricamente la ‘resolución 2375’ sobre sanciones como un producto de una provocación insidiosa destinada a privar a la República Democrática Popular de Corea de su derecho legítimo a la defensa propia y a sofocar por completo a su Estado y su pueblo mediante un bloqueo económico absoluto”, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores del régimen comunista.
Asimismo, dijo que la resolución les permite saber que se mantienen en el camino correcto y añadió que “la RPDC redoblará sus esfuerzos para aumentar su fuerza con el fin de proteger la soberanía del país y su derecho a la existencia”.
Pionyang sostiene que la única forma de mantener la paz y la estabilidad en la región es logrando un equilibrio práctico con Estados Unidos, sin embargo dicho equilibrio pasaría por el hecho de que ambos países tengan su propio arsenal nuclear.
Tanto el propio Trump como expertos en la crisis de la Península de Corea dudaron que las sanciones tengan un impacto significativo en el país pese a su dureza, pues no les ha impedido desarrollar nuevo armamento a costa de un mayor sufrimiento de su población.
Con información de El País
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