
Se desató una “caza” de extranjeros tras el asesinato de un alemán de 35 años, víctima de varias cuchilladas
“Tenemos que salir del sillón y abrir la boca”, sentenció Heiko Maas, ministro alemán de Exterior, a la hora de hacer un llamado para luchar contra el racismo.
Su declaración al semanario Bild am Sonntag ocurrió un día después de que alrededor de cuatro mil 500 personas de ultraderecha protestaran contra la inmigración en la ciudad de Chemnitz.

“A nuestra generación se le dio libertad, un estado de derecho y la democracia como regalo. Nosotros no tuvimos que luchar por ella; (ahora) lo estamos dando demasiado por sentado”, declaró.
El problema surgió cuando un alemán de 35 años murió víctima de varias cuchilladas perpetradas por dos extranjeros. Ello desató una “caza” de personas no alemanas, lo que se suma a las críticas hacia Angela Merkel por permitir el asilo a más de un millón de refugiados y migrantes desde 2015.
El lunes habrá un concierto al aire libre en Chemnitz para promocionar el nacionalismo de extrema derecha y el prejuicio antinmigrante.
Con información de AP