
Los Hermanos Flores ayudaron a los Estados Unidos para la detención de 54 integrantes del Cártel de Sinaloa, incluída la del Chapo
Joaquín el Chapo Guzmán es solicitado en Estados Unidos por su gran actividad en el tráfico de drogas a ese país, llegando a ciudades tan lejanas de la frontera como Chicago, donde fue ayudado por los hermanos Flores.
Autoridades de Estados Unidos aseguran que los gemelos Margarito y Pedro Flores son los responsables de haber introducido el negocio del Cártel de Sinaloa a Chicago, convirtiendo al Chapo en uno de los delincuentes más buscados.

Estos gemelos no solo ayudaron al Chapo para entrar en Chicago y crear la llamada “pequeña Sinaloa”, sino también a otras ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, Washington, Columbus, Filadelfia, entre otras.
Sin embargo, también ayudaron a las autoridades de Estados Unidos para detener a 54 integrantes del Cártel de Sinaloa, incluyendo el mismo Joaquín Guzmán Loera en México en febrero de 2014.
“Los hermanos Flores fueron capaces de lograr este resultado que de otra manera hubiera sido imposible: son las conversaciones grabadas que sostuvieron con El Chapo Guzmán”, dice un documento de la Fiscalía Federal del Distrito Norte de Illinois.

La historia
Los hermanos Flores ya conocían el negocio del narcotráfico conforme fueron creciendo, debido a que su padre Margarito, migrante mexicano, era narcomenudista en Chicago desde 1980, para el Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva.
Fue así como los gemelos pudieron contactar al Cártel de Sinaloa y lograr expandir el negocio, pidiendo un crédito por grandes cargamentos de heroína y cocaína; los cuales pudieron vender en Chicago sin problema.
De ahí, el ascenso de los hermanos en Chicago y otras ciudades del noreste estadounidense les generó ganancias por más de mil millones de dólares entre 2005 y 2008.

Sin embargo, en 2008 los gemelos Flores fueron detenidos en Estados Unidos, en donde recibieron condenas de encarcelamiento de por vida; pero como los narcotraficantes no querían pasar todos sus días en la cárcel, se convirtieron en seis meses en agentes encubiertos.
De esta manera, quienes ayudaron al Chapo para internarse en el noreste de Estados Unidos se convirtieron en sus más grandes enemigos, al revelar varios audios de los lideres del Cártel de Sinaloa, así como de los Beltrán Leyva.
Finalmente, el 27 de junio de 2015, el juez Rubén Castillo en Chicago los sentenció a solo 14 años de prisión, a pesar de calificarlos como “los traficantes de droga más importantes desde la fundación de Chicago”.

Sin duda, su colaboración con el gobierno de Estados Unidos les ayudó para no lograr cadena perpetua, pero el juez les recordó que vivirán siempre con miedo, tanto ellos como sus familias, dudando si cualquier motocicleta o automóvil los terminará asesinando.
Ese miedo no solo fue una amenaza del juez, sino una realidad para los gemelos, debido a que en 2009 empezaron a pagar los hermanos por su traición al enterarse que su padre había sido secuestrado. “Se callan o les enviamos su cabeza”, decía en el parabrisas del automóvil de su padre desaparecido.
Con información de El Universal