
Desafiando las indicaciones del régimen, Guaidó se reunió en Bogotá con Mike Pence y líderes regionales, tras lo cual visitó Brasil y Paraguay
Ante el regreso de Juan Guaidó a Venezuela tras visitar varios países sudamericanos, la gran duda que existe es cómo reaccionará el Gobierno de Nicolás Maduro contra el autoproclamado presidente legítimo de Venezuela, quien violó una prohibición judicial para salir del país.
Desafiando las indicaciones del régimen oficialista, Guaidó se reunió en Bogotá con Mike Pence y otros líderes de la región, tras lo cual visitó Brasil y Paraguay, donde se reunió con sus respectivos presidentes.
Lo anterior le da a Nicolás Maduro la excusa perfecta para detener al opositor, reconocido por más de cincuenta países de todo el mundo. Sin embargo, esto podría profundizar la severa crisis que enfrenta el país sudamericano.
Al respecto, Luis Salamanca, politólogo y profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Central de Venezuela, señaló que esta situación “es un gran problema para el gobierno manejar el tema Guaidó porque le creció políticamente demasiado“.
En cuanto a Guaidó, este señaló la semana pasada que tenía que regresar, afirmando que si bien a nadie le sirve un preso, tampoco ayuda el tener un presidente exiliado.
“Mi función y mi deber es estar en Caracas a pesar de los riesgos (…), y si eso pasa tenemos una ruta muy clara”, comentó tras su reunión con el Grupo de Lima, si bien no dio mayores detalles sobre el viaje.
Venezuela actualmente se encuentra en un impasse que le impide salir de su crisis económica y política. Por un lado, Guaidó perdió la batalla para lograr el ingreso de ayuda humanitaria al país, lo que demuestra la fragilidad de su movimiento.
Sin embargo, el incidente también le valió nuevas críticas y sanciones internacionales a Nicolás Maduro, quien cuenta con un índice de aprobación de entre 20 y 30 por ciento, por el 60 por ciento del autoproclamado presidente de Venezuela.
Finalmente, el político Dimitris Pantoulas señaló que Maduro “tiene mucho más que perder al detener a Guaidó que dejarlo entrar. La detención de Guaidó sería un acto que pondría al mundo de tomar decisiones urgentes y contundentes lo más pronto posible, y con los ojos todos puestos en Venezuela (…) estas acciones serían muy fuertes contra él”.
Con información de El Nacional